<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Ciénaga de Ayapel, una declaratoria que sigue en papel

Autoridades afirman que está en trámite el plan de manejo. Mientras tanto, la minería ilegal se traga el humedal.

  • Así luce la ciénaga de Ayapel en la que en los 80 se inició un proceso de deterioro asociado a la minería, responsable de aporte de contaminantes. FOTO Cortesía Catalina Ortega
    Así luce la ciénaga de Ayapel en la que en los 80 se inició un proceso de deterioro asociado a la minería, responsable de aporte de contaminantes. FOTO Cortesía Catalina Ortega
  • Las excavaciones que deja la minería ilegal están a pocos kilómetros de la ciénaga. En la fotografía hay una que fue abandonada hace pocos meses en el corregimiento El Cedro. FOTO maría v. correa
    Las excavaciones que deja la minería ilegal están a pocos kilómetros de la ciénaga. En la fotografía hay una que fue abandonada hace pocos meses en el corregimiento El Cedro. FOTO maría v. correa
Ciénaga de Ayapel, una declaratoria que sigue en papel
04 de febrero de 2020
bookmark

Al hogar de los patos rosados, las garzas morenas, las hicoteas, los micos, los sábalos y los chavarrís; le falta oxígeno. Aunque es uno de los lugares más ricos en biodiversidad del país, pues según registros del Gobierno Nacional en la Ciénaga de Ayapel viven 17 especies de reptiles y 194 aves distintas, 64 de ellas migratorias; han sido insuficientes los esfuerzos por protegerla. Por el contrario, se está marchitando.

Uno de los anuncios más importantes llegó hace dos años cuando en el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos declaró la ciénaga de Ayapel, Córdoba, como el duodécimo sitio Ramsar del país. Es decir, le dio protección internacional a este humedal y, en consecuencia, su conservación estaría asegurada. Pues bien, en estos 730 días no ha pasado.

Básicamente, el documento que garantiza su protección y la ejecución de las acciones que se deben realizar sobre el área protegida –el denominado Plan de Manejo Ambiental– está engavetado en una oficina de la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San Jorge, CVS. La promesa es que estará listo para su publicación en un mes, según la misma corporación y el Gobierno Nacional pero las entidades son claras al afirmar: El documento se encuentra en revisión técnica desde finales del año pasado.

El ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, indicó, en conversación con EL COLOMBIANO, que van en el primer paso, que es la construcción del Plan de Manejo Ambiental que se requiere para la categoría Ramsar. En el caso de Ayapel, se está haciendo la integración con el que ya tenía el Distrito de Manejo Integrado Regional. Para este fin, indicó, que se han invertido cerca de 245 millones de pesos para tener un solo documento.

“Esperamos en marzo tener ese plan de manejo que nos va a permitir la zonificación, tener identificadas cuáles son las áreas a restaurar y las que necesitamos conservar. También las zonas en las cuales se les dará un uso racional, en las que se implementarán proyectos y acciones específicas de restauración”.

La responsabilidad de la elaboración del documento, según conoció El COLOMBIANO, era de la Fundación Natura con su proyecto GEF Magdalena-Cauca Vive en alianza con la CVS y el apoyo de la Fundación Herencia Ambiental Caribe, la cual avanzó en 2019 en la actualización del Plan de Manejo del lugar.

Rafael Espinosa, biólogo de la CVS, explicó que, efectivamente, después de la declaratoria Ramsar con el GET Magdalena hicieron una alianza para ajustar el plan que tenía la ciénaga, lo que se hizo, en la práctica, fue incluir los criterios de Ramsar, en materia de las cualidades de la reserva, especies y protección. “La formulación nos la entregaron en noviembre del año pasado y estamos en este momento revisando para recibir el documento. Esperamos que a finales de febrero esté listo”, dijo.

La ciénaga, huérfana

De acuerdo con la CVS, este humedal tiene una extensión aproximada de 40.000 hectáreas en época de lluvias y se reduce a unas 15.000 durante la sequía. Cuenta con 31 especies de mamíferos, 194 especies de aves, de las cuales 64 son migratorias y provienen principalmente de Estados Unidos y Canadá; además de 46 especies de peces y vegetación. Pero la ciénaga también tiene varios males que la atacan: deforestación, minería ilegal y prácticas indebidas de pesca.

Espinosa indicó que están haciendo actividades con el Ejército para frenar la minería ilegal y que para eso realizan controles, “pero sabemos que permanece la contaminación de las aguas porque usan mercurio, se ha alterado todo el régimen de las quebradas, hay afectación en los bosques, procesos de erosión. En fin, una serie de impactos que está generando la minería criminal y es difícil de combatir. Tienen control territorial y es compleja la presencia del Estado”. En la zona, de acuerdo con información de la Policía hay presencia de los Caparrapos y del Clan del Golfo.

A través de un documento que conoció este diario, la CVS informó que se han detectado 24 frentes de explotación ilegal, destruido 50 equipos y maquinaria amarilla. En el documento se advierte que van 234 capturas por minería ilegal desde 2012, y que se hizo un estudio para determinar el pasivo ambiental minero por la explotación de oro en el área de influencia de la ciénaga, con una inversión aproximada de 500 millones de pesos en convenio con Minminas.

En contraste, Nicolás Ordóñez, director ejecutivo de Corpoayapel, indicó que desde que se declaró la ciénaga como sitio Ramsar no ha habido ninguna acción por parte del Gobierno.

“Todavía no hay Plan de Manejo Ambiental de la ciénaga, y si no lo hay, tampoco se saben las intervenciones que se harían en el complejo. Se firmó la declaratoria, pero no hay acciones consecuentes a esa firma. No hay una propuesta de trabajo. No hay una intervención del Ministerio. No hay trabajo con organizaciones, no se siente la presencia de la Presidencia de la República”.

Ordóñez insistió en que mientras no se tenga el plan de manejo “no habrá inversiones porque en él se define el modelo de desarrollo sostenible para el territorio y es a partir de ese plan que se generan las acciones. Estamos sin rumbo y frenados esperando que eso se defina, para poder saber qué hay que hacer”.

Indicó que hay que plantear acciones sostenibles en el territorio. “Lo realmente importante es que podamos llegar con oportunidades a todas las familias que vivían de la minería. Hay afectaciones que son estéticas, pero más grave aún es la contaminación que hay en peces y en plantas. Aunque insisto: hubo una declaratoria y de ahí en adelante lo que pasó es que se presentó una desconexión con el territorio”.

Por último, el ingeniero agroindustrial, Iván Vélez Pasos, presidente de la fundación Jóvenes por Ayapel, coincidió en que con la ciénaga no ha pasado nada desde que la declararon como sitio Ramsar.

Indicó que lo que quieren las comunidades que viven en la zona de influencia es que se descontaminen sus aguas y, para que esto ocurra tiene que parar totalmente la minería “y eso es realmente imposible. Todos los días le sacamos a la ciénaga, sacamos peces, babillas, hicoteas, pero no le damos nada. Por ejemplo, no hay nadie que regule la pesca”.

Infográfico

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD