Desde septiembre de 2018, las instituciones educativas La Plazuela, El Rubí y Palmira en Santander, ubicadas en la zona de influencia del embalse de Topocoro, hacen parte de los ciclos de talleres de la segunda fase de monitoreo climático participativo, en los que aprendieron a tomar y registrar variables climáticas mediante microestaciones.
La estrategia de vincular instituciones educativas pertenecientes al Programa de Educación Ambiental de ISAGEN, capacitando a los estudiantes destacados de los grados décimo y once, inició desde 2017.
Este año, se instalaron sensores para monitorear la humedad, la temperatura y las precipitaciones al interior de los planteles estudiantiles para llevar a cabo el registro de las variables climáticas.
Continuando con el proceso, desde septiembre, los estudiantes de grado séptimo y noveno de las instituciones educativas El Rubí, La Plazuela y Palmira de los municipios de San Vicente de Chucurí y Betulia, participaron en talleres llevados a cabo cada quince días, en los que se abordaron conceptos relacionados con el clima como lo son las variables climáticas, fenómenos de variabilidad climática y cambio climático.
Al finalizar el proceso, se hizo énfasis en el manejo de la información climática, la organización y el análisis de bases de datos con ayuda de Excel. Se espera que, a partir del 2019, los estudiantes empiecen a recolectar los datos en compañía de sus docentes.
De igual manera, se realizó la entrega de cartillas informativas a cada institución, en las que se encuentran los manuales para el manejo de la microestación. Adicionalmente, estas cartillas cuentan con planillas de registro, que serán diligenciadas por los nuevos estudiantes vinculados al proceso.
Para el 2019, las instituciones desarrollarán una articulación de la estrategia con varias asignaturas del bachillerato, “para el próximo año, están puestos los ojos en este proyecto en espera de aprovechar más estos espacios, no sólo en la labor estadística, sino, incluyendo temas de interés general para la comunidad sobre el cuidado del medio ambiente”, dice Dayane Rubiano, docente de la institución educativa El Rubí.
A través de carteleras informativas, elaboradas por los estudiantes y ubicadas en puntos estratégicos de la zona, se espera que la comunidad esté informada sobre el comportamiento del clima de la zona y tomen mejores decisiones para el manejo de sus cultivos.
Esta información hace parte del “Programa para atender la percepción de la comunidad acerca de posibles cambios microclimáticos ocasionados por el embalse Topocoro” y el Proyecto de Monitoreo Microclimático en el área de influencia de la Central Hidroeléctrica Sogamoso, desarrollado mediante el convenio 47-681 entre ISAGEN y Fundación Natura.