El tema será analizado en uno de los cuatro simposios que Fundación Natura organizará en el Congreso Nacional de Restauración Ecológica que comenzará en Rionegro (Antioquia) el próximo 19 de octubre. Proyecto de Restauración del Bosque Seco del Huila, que ha logrado reproducir 62 especies nativas, mostrará importantes avances para superar este ‘cuello de botella’.
BOGOTÁ, SEPTIEMBRE 27 DEL 2016. Uno de los proyectos más ambiciosos que se adelantan hoy en Colombia es el Plan Piloto Nacional de Restauración del Bosque Seco tropical, esto para zonas de compensación ecológica del proyecto hidroeléctrico El Quimbo, en Huila. Si se tiene en cuenta que el 92 por ciento de este ecosistema colombiano ha sido destruido, este podría ser uno las iniciativas de su tipo más importantes de las últimas décadas en el país, porque busca recuperar 11.079 hectáreas de este hábitat excepcional, pero casi extinto para cientos de animales y plantas.
Y para lograrlo, expertos de la Fundación Natura, quienes lideran el plan, han alcanzado una meta inédita: y es la propagación en el lugar de 62 especies de plantas nativas, un material vegetal en cantidad y calidad que es trascendental para avanzar en la restauración del bosque a largo plazo.
Pero alcanzar ese número en la proliferación de flora típica u oriunda del bosque seco no es usual. Lo que ha logrado Fundación Natura en Huila es, entonces, un hecho inédito, un triunfo que en Colombia se ha transformado en una excepción, nunca en la regla.
Porque la implementación de la mayoría de proyectos de restauración ecológica en el territorio se enfrentan a un ‘cuello de botella’ común y frecuente: y es la escasez de material vegetal de plantas nativas priorizadas y variadas, que son la base de cualquier proyecto que busque recuperar ecosistemas degradados y en los que se requiere introducir material vegetal, exclusivo del lugar, para su reparación.
Un obstáculo que frena intentos de enmienda, de reposición ambiental y que será discutido en uno de los cuatro simposios que Fundación Natura organiza en el Congreso Nacional de Restauración Ecológica que se desarrollará en Rionegro (Antioquia) desde este miércoles 19 de octubre. ( Ver notas relacionadas en estos links: Fauna en procesos de restauración. La restauración como parte de las compensaciones ambientales. Así avanza restauración del bosque seco en el Huila.)
Prima lo comercial
La falta de reproducción de material vegetal nativo se presenta por el desconocimiento científico y técnico para obtener de forma masiva partes o estructuras de un organismo, ya sea por vía sexual o asexual, y que logren desarrollarse para dar lugar a un nuevo organismo (propágulo).
Francisco Torres, jefe del proyecto de restauración de bosque seco de Fundación Natura en El Quimbo, explica que son pocas las experiencias exitosas y documentadas de propagación masiva de especies nativas, “que hayan contado con la integralidad de criterios ecológicos y técnicos”.
“Los estudios son mínimos y hoy sólo se obtiene la reproducción de cinco a 10 especies nativas en cada uno de los ecosistemas claves, ya sean bosque Altoandino, páramos o bosque Andino, lo que representa mucho menos del 20 por ciento de su diversidad”, explica
Los esfuerzos de reproducción y de generación de propágulos se han concentrado en los últimos años, y contrariamente a lo esperado, en especies comerciales, esfuerzos que han recorrido un proceso de estudio más amplio y continuo, precisamente porque la venta o masificación de esos ejemplares resulta rentable.
“Es necesario por eso investigar y avanzar en el conocimiento del comportamiento ecológico de las principales especies nativas, para elaborar protocolos de domesticación y propagación que permitan obtener un número significativo de individuos destinados a procesos de restauración de escala e impacto regional”, agregó Torres.
El simposio que organiza la Fundación Natura, en alianza con la Universidad del Cauca, buscará conocer experiencias nacionales lideradas por diferentes instituciones, que lleven a discutir caminos que identifiquen el estado actual del conocimiento para que una determinada especie pueda ser propagada y utilizada adecuadamente.
Y tal vez uno de los retos más importantes será avanzar en el diseño de un protocolo de domesticación o investigación que pueda lograr el conocimiento detallado de cada especie y la propagación de estas plantas nativas para masificar su utilización. Esto incluye el seguimiento fenológico, procesamiento de frutos y semillas, su evaluación física y genética, germinación y producción.
De los resultados que se obtengan ahora o en unos años, dependerá que uno o muchos relictos de bosque recuperen su estabilidad. En síntesis, es mucha la biodiversidad la que podría beneficiarse.