Fundación Natura, con el apoyo de Ecopetrol y Horizonte Verde, recupera condiciones físicas de suelos alteradas por la ganadería y las coberturas propias de los ecosistemas nativos, para lograr el retorno de la fauna.
Delfina Herrera y Cristóbal Fernández son propietarios de las fincas Carimagua y El Porvenir, ubicadas en la vereda Los Alpes, del municipio de Pore, en el paisaje del piedemonte casanareño y en el cerro Zamaricote, una de las zonas de mayor riqueza hídrica de esta región.
Ambos derivan su sustento de la actividad ganadera y a menor escala de la producción agrícola. Sus fincas tienen bosques, pero, el desarrollo de sus actividades productivas, como medio de subsistencia, los han llevado a talar parte de ellos para incrementar áreas en pastos y cultivos, situación muy frecuente en otros pequeños predios rurales.
Pero ellos quieren que la situación cambie. Por eso, Delfina y Cristóbal se integraron a otros beneficiarios del paisaje de piedemonte, que ahora están comprometidos con la conservación y recuperación de nacimientos y rondas que hacen parte de sus fincas.
En este sentido, con las orientaciones técnicas del proyecto ‘Adaptación al Cambio Climático en Casanare’ se está realizando el aislamiento de 0,7 hectáreas del nacimiento del caño El Repecho, para impedir la entrada del ganado, así como el aislamiento y revegetalización de 2 hectáreas de un área de altas pendientes antiguamente dedicada a potreros y con nacimientos de agua. El trabajo abarca 14 beneficiarios.
Con las acciones realizadas se espera que estas nuevas áreas contribuyan a recuperar las condiciones físicas de los suelos alterados por la ganadería y restaurar las coberturas propias del bosque seco, uno de los ecosistemas más amenazados del país, característico de la zona. Se espera, además, que la fauna nativa retorne.
Así mismo, al impedir el paso del ganado con el aislamiento en el caño El Repecho se espera proteger y mantener el flujo de agua que se ve más afectado en las temporadas de verano. Otro aspecto clave del proceso fue la capacitación de Cristóbal en técnicas de propagación de material vegetal, logrando hasta el momento reproducir más de 4.000 plántulas de más de 15 especies que serán utilizadas en procesos de restauración en su finca y en las de otros beneficiarios del proyecto.
Vea más información y acciones de este proyecto en los siguientes links:
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Restauran 80 hectáreas en paisajes de piedemonte y sabana inundable en Casanare
La restauración ecológica, una estrategia de mitigación y adaptación al cambio climático