En días pasados, la Cancillería colombiana escogió a Fundación Natura como la ONG ambiental nacional más importante del país, para representarlo en la Cumbre de Acción Climática del Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, que se lleva a cabo este 23 de septiembre en Nueva York.
Lorena Franco, Subdirectora de la Fundación, tendrá la importante tarea de intervenir en torno a las distintas gestiones e iniciativas para la protección de los bosques y la lucha contra la deforestación, tema por el que la organización es reconocida.
Esta es una oportunidad, no solo para destacar los 36 años de labores de Fundación Natura en este campo, si no para reconocer el trabajo mancomunado con las comunidades locales a lo largo y ancho de Colombia.
Esta cumbre se lleva a cabo después de dos hechos históricos en términos ambientales: la huelga mundial por el clima, llevada a cabo el pasado 20 de septiembre, y la Cumbre De La Juventud Sobre El Clima el sábado 21. Así pues, esta jornada reúne a todos los países, actores y partes interesadas para ofrecer soluciones tangibles, sostenibles e inclusivas para abordar las causas profundas de la deforestación, respetando los principios de soberanía, colaboración y cooperación; con miras hacía la próxima cumbre COP25 en Santiago (Chile).
Objetivos (*):
- Fomentar un entorno inclusivo para ofrecer soluciones tangibles que preserven la biodiversidad y permitan el desarrollo sostenible.
- Optimizar la cooperación y participación de todos los actores locales, regionales, nacionales y globales en el tema de la deforestación.
- Continuar luchando contra las causas del cambio climático y promover la implementación del Acuerdo Climático de París 2015 en términos concretos.
Participantes:
El evento reunirá a participantes y oradores de alto nivel: jefes de estado, sociedad civil, científicos, bancos multilaterales y donantes privados.
Carteras de acción
Para asegurar que las acciones de transformación tengan el mayor impacto posible en la economía real, el Secretario General ha priorizado las siguientes carteras de acción, las cuales tienen un alto potencial para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero y una acción global para la adaptación y la resiliencia.
- Finanzas: movilización de fuentes de financiación públicas y privadas para impulsar la descarbonización de todos los sectores prioritarios y promover la resiliencia.
- Transición energética: aceleración del cambio de combustibles fósiles hacia la energía renovable, además de la obtención de considerables ganancias en eficiencia energética.
- Transición industrial: transformación de industrias como la petrolera, siderúrgica, química, cementera, del gas o de la tecnología de la información.
- Medidas basadas en la naturaleza: reducción de emisiones, incremento de la capacidad de absorción y mejora de la resiliencia en silvicultura, agricultura, océanos y sistemas alimentarios, incluidos en la conservación de la biodiversidad, el impulso de cadenas de suministros y tecnología.
- Acción local y en ciudades: avance de la mitigación y la resiliencia a nivel urbano y local, con un foco de especial atención en nuevos compromisos sobre edificios de bajas emisiones, transporte público e infraestructura urbana, y resiliencia para las personas pobres y vulnerables.
- Resiliencia y adaptación: fomento de los esfuerzos globales para abordar y gestionar los impactos y riesgos del cambio climático, particularmente en las comunidades y naciones más vulnerables.
Además, existen tres áreas clave adicionales:
- Estrategia de mitigación: impulsar las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) y las estrategias a largo plazo para conseguir las metas del Acuerdo de París.
- Compromiso de la juventud y movilización pública: movilizar a las personas de todo el mundo para que actúen contra el cambio climático y asegurar que las personas jóvenes estén integradas y representadas en todos los aspectos de la Cumbre, incluidas las seis áreas de transformación.
- Impulsores sociales y políticos: avanzar en los compromisos dentro de las áreas que afectan al bienestar de la población, como la reducción de la contaminación del aire, la creación de puestos de trabajo dignos, el fortalecimiento de las estrategias de adaptación climática y la protección de los trabajadores y los grupos vulnerables.
(*) Información tomada de la ONU.