ENTREVISTA/ ‘La restauración ecológica en el país debe estar enfocada a conseguir y apoyar la sostenibilidad del territorio’

Clara Solano, subdirectora de Conservación e Investigación de Fundación Natura, explica que esta disciplina, que da los primeros pasos hacia su consolidación, ha conseguido avances notorios en el país, pero debe esforzarse por proteger nuestra biodiversidad y el futuro de las comunidades. Avanza con éxito el III Congreso Nacional en Rionegro (Antioquia).

BOGOTÁ, OCTUBRE 20 DEL 2016. Colombia está expuesto, cada vez con más frecuencia, a problemas como la  deforestación, la ampliación de la frontera agrícola, el tráfico ilegal de animales, la minería ilegal sobre zonas biodiversas o incluso al impacto de proyectos productivos en bosques tropicales.

Clara Solano, subdirectora de Conservación  e Investigación de la Fundación Natura, expone algunas ideas frente a los retos y problemas que enfrenta entonces la restauración ecológica, que busca recuperar algunos de los impactos producidos sobre el territorio, que da pasos importantes en el país y que, gracias a los organizadores del tercer Congreso Nacional, se podrán socializar sus alcances así como debatir y compartir las experiencias de su aplicación en diferentes regiones.

En la siguiente entrevista, Solano se refiere además a algunas experiencias exitosas que en los últimos cuatro años la Fundación ha desarrollado en diferentes regiones del país, organización que asiste a este evento como patrocinador, con una delegación amplia de profesionales que expondrán sus investigaciones y con cuatro simposios en temas de recuperación de fauna y del bosque seco.

El Congreso Nacional de Restauración llega a su tercera versión. ¿Cuál es la importancia de esta edición?

El evento llega en un momento trascendental porque el país ha reunido importantes experiencias en el tema, esto por la existencia del Plan Nacional de Restauración Ecológica que plantea tres conceptos claves: restauración, rehabilitación y recuperación, y por la posibilidad de trabajar un enfoque productivo. Es decir, hoy podemos trabajar en el país pensando en un concepto de restauración más amplio, que deberá apoyar el desarrollo sostenible y al mismo tiempo la integridad de los ecosistemas, para asegurar que presten los servicios ecosistémicos que requerimos como sociedad.

¿Cómo podría definirse hoy la restauración?

Restaurar ya no es únicamente trabajar por alcanzar que un ecosistema llegue a ser igual a como era originalmente, ahora restaurar también es obtener sostenibilidad en los sistemas productivos, por ejemplo, mejorar las condiciones de un paisaje con sombra para sembrados de café, plantar árboles para cuidar una fuente hídrica, construir barreras en praderas o incluso mejorar el paisaje enriqueciéndolo con árboles dispersos, mejorando la conectividad hídrica o rompiendo su homogeneidad.

¿Han existido otros cambios que confirmen la evolución de la restauración en los últimos años?

Inicialmente era una actividad donde predominó la reforestación, principalmente liderada por   ingenieros forestales, porque se pensaba que restaurar era únicamente sembrar árboles en lugares afectados, para mejorar cuencas o reforesta, inclusive con enfoque comercial. Luego, los primeros ecólogos que trabajaron restauración iniciaron interpretando la sucesión ecológica, que significa una cronosecuencia  o proceso natural de un ecosistema cuando cambia. El Congreso, precisamente, recoge trabajos que marcan un cambio en la disciplina y que le dan un impulso  muchísimo más amplio. Actualmente, el gran reto es diseñar e implementar restauración ecológica en ecosistemas complejos desde un páramo, pasando por una sabana natural, selvas o incluso un ecosistema marino.

¿Qué muestra Fundación Natura en esta edición?

Entre otras, dos experiencias trascendentales: los avances en la recuperación de 11 mil hectáreas de bosque seco en el Alto Magdalena, uno de los ecosistemas más afectado del país . Y mostraremos los avances de un ejercicio de restauración ecológica que se hace hoy en Colombia dentro del parque nacional Serranía de los Yariguíes, donde restauramos antiguas fincas que hoy hacen parte del territorio del parque y que son terrenos que sufrieron cambios por actividades productivas antes de la declaratoria. Son bosques altoandinos y subandinos, estos últimos uno de los sistemas más  degradados de la región Andina, situados entre los 300 y 1.000 metros de altura sobre el nivel del mar, dañados por la colonización. Allí hemos desarrollado protocolos de manejo e incluso hemos descubierto nuevas especies, damos trabajo de calidad a la comunidad e incluso hay proyectos operados por personas locales. Esto es un ejemplo de cómo una restauración puede transformarse en una oportunidad para aportar al desarrollo social. Hoy en día somos referentes entre la academia y organismos científicos y otras organizaciones ambientales sobre el tema.

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A pesar de estos avances, hay problemas. ¿Cuál es hoy el principal obstáculo que enfrenta la restauración ecológica en Colombia?

Hoy, el quid de la restauración en Colombia es obtener y producir las especies nativas correctas para colocarlas en el espacio a restaurar, conseguir las especies adecuadas para que resistan el proceso. Muchas de esas especies que se requieren no están disponibles en cualquier vivero, hay que trabajar muy fuertemente para lograr su propagación. En lo que tiene que ver con el bosque seco, Fundación Natura ha logrado la reproducción de 62 de las especies clave de este ecosistema, ya sabemos cómo propagarlas, conocemos su crecimiento y sus requerimientos. Es una investigación que es referente mundial.

Gobiernos del mundo se han propuesto restaurar 20 millones de hectáreas degradadas y, dentro de este reto, y como parte de los compromisos adquiridos con el Convenio de Diversidad Biológica, el Gobierno colombiano dice que recuperará un millón de hectáreas. ¿Qué opinión tiene de este proceso? 

Es un reto complejo para todos los países, no sólo para Colombia. Las metas numéricas se impusieron sin hacer análisis estrictos como sitios, recursos o disponibilidad. Entonces, si un gobierno se propuso restaurar un millón, el otro país se propuso restaurar tres, pero sólo por imponer  superioridad. En general, no hubo muchos estudios de factibilidad. Entiendo que el presidente Santos puso una meta volante y  ahora está hablando de 600 mil hectáreas para el 2018. En todo caso es un proceso que está muy retrasado en Colombia y es muy difícil cumplir.

Otro tema trascendental y que Fundación Natura ha propuesto en muchos escenarios es que la restauración ecológica se vuelva parte de los procesos de compensación que las empresas deben liderar como parte del desarrollo de grandes proyectos. ¿Qué análisis hace de este tema? 

Las compensaciones obligatorias deben permitir avances y aportar en los procesos de restauración, sobre todo en proyectos eléctricos, de vías e infraestructura, mineros e hidrocarburos, que son los más grandes e impactantes. Y esto debe ocurrir porque no siempre la compensación, que por ley deben hacer las empresas, necesariamente restaura los sitios afectados, esta es una obligación reciente pero que falta pulir. Debemos lograr que las áreas en restauración, como resultado de compensaciones, estén agrupadas, no dispersas. Que, por ejemplo, formen corredores biológicos, porque hay resultados exitosos de recuperación de zonas, pero que a la hora de los análisis se comprueba que se han transformado en islas rodeadas de zonas degradadas.

 ¿Cómo lograr impactos en restauración usando las compensaciones? 

Hoy el manual de compensación por pérdida de biodiversidad es una herramienta que orienta y lleva a que las empresas tengan un enfoque de restauración, este manual tiene debilidades y vacíos, pero es un gran avance. Otro aspecto clave es que en las  compensaciones, las acciones de restauración permitan un enfoque con la gente. La comunidad debe ser involucrada, porque es ella la que está en el terreno. La gente debe recibir beneficios de la restauración y de las acciones de compensación, también se debe comprobar que son efectivas, que realmente mejoran sus fincas, que dan incentivos, ingresos adicionales. En conclusión, la restauración como parte de las compensaciones debe hacerse en áreas con dolientes.

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