La restauración, una medida de Adaptación Basada en Ecosistemas – ABE

Quienes realmente conocen la Bahía de Cispata son los mangleros y pescadores que a remo recorren diariamente cada rincón de la zona estuarina, una de las más representativas y mejor conservadas del país, pues en ella crecen 5 especies diferentes de mangles. También se encuentran las tortugas albinas, especie única de hicoteas solo vistas en esta región y dos especies de delfines costeros, el delfín rosado, el mismo que se halla en el Río Amazonas y el delfín gris.

Los lugareños son comunidades organizadas y legalmente constituidas que han reconocido la importancia de conservar estos ecosistemas; desde 1990 adelantan la restauración de sus manglares, pues para ellos el mangle es agua, alimento, madera para sus viviendas, oportunidades económicas, salud, bienestar y protección.

Orgullosamente dicen tener 27 años destapando caños, no sólo para navegar en la ciénaga y acortar distancias en sus desplazamientos locales y facilitar su actividad productiva, sino para que fluya el agua dulce y salada, para que las especies se reproduzcan en un ambiente más sano, menos salino y con más oxígeno, como dice doña Ignacia De La Rosa, líder local: “Estamos garantizando nuestra comida y la de nuestros nietos, ahora lo que necesitamos es que estas nuevas generaciones se apropien de su casa, porque el mangle es nuestra casa”.

En el marco de la acción MAPCO – “Manglares, pastos marinos y comunidades locales: Desarrollo e intercambio de experiencias de la gestión integral de la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos”, el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras “José Benito Vives de Andreis” – INVEMAR y Fundación Natura adelantaron dos talleres, uno de ellos en el municipio de San Antero y el otro en San Bernardo del Viento, con la participación de  las comunidades para hablar de cambio climático.  Mediante fotografías se evidenciaron las consecuencias de fenómenos naturales que han dejado miles de víctimas en el país y el mundo, retomando la importancia de mantener los ecosistemas de manglar bien conservados, para que de manera efectiva sirvan de protección y mitiguen los impactos ante este tipo de eventos climáticos.

Seguidamente, por medio de ejercicios participativos se identificaron zonas y caños estratégicos en el Distrito de Manejo Integrado (DMI) Bahía de Cispata, la Balsa y Tinajones. Las zonas y caños deberían ser objeto de restauración en el marco de la acción MAPCO, siendo una medida que contribuye a la adaptación basada en ecosistemas.

Las zonas y caños priorizados para  restaurar serán identificados mediante puntos geo-referenciados que permitirán documentar las intervenciones y actividades  adelantadas por la acción en la zona.  Esta información será pública y estará disponible para otras  organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que actúan en la zona con procesos comunitarios similares.

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