Hoy será presentada en Santa Marta la acción de investigación ‘Manglares, Pastos Marinos y Comunidades para el Desarrollo e Intercambio de Experiencias de la Gestión Integral de la Biodiversidad y sus servicios en la región Caribe (MAPCO)’. La lideran Invemar, Fundación Natura y la Unión Europea.
BOGOTÁ, MARZO 7 DEL 2017. Para promover el conocimiento y la conservación de la biodiversidad marina y costera en los ecosistemas de manglar y pastos marinos del Caribe colombiano, y para que se logre sostenibilidad en los bienes y servicios que estos ecosistemas proveen a las comunidades locales, al país y a la región Caribe, comenzará a ejecutarse desde hoy la acción de investigación ‘Manglares, Pastos Marinos y Comunidades para el Desarrollo e Intercambio de Experiencias de la Gestión Integral de la Biodiversidad y sus servicios en la región Caribe (MAPCO)’.
El trabajo, que será lanzado oficialmente hoy, lo liderarán el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar) y Fundación Natura, con la cofinanciación de la Unión Europea, y se ejecutará en el área de manglar del Distrito de Manejo Integrado de la Bahía de Cispatá, en un sector aledaño al delta estuarino del río Sinú, así como en el ‘Distrito de Manejo Integrado Ciénaga de la Caimanera’. Igualmente, en las zonas de pastos marinos en la zona costera de La Guajira, los más extensos del país.
Para Roberto León Gómez, subdirector de Desarrollo Local y Cambio Global, de Fundación Natura, esta es una gran oportunidad para que la Fundación incursione en investigación de temas marinos, un enfoque que no es usual. «No se nos puede olvidar que el 50 por ciento del territorio colombiano es mar», explicó Gómez.
Pastos podrían ser depósitos de carbono
Además, esta acción de investigación permitirá darle continuidad a algunas de las acciones que Fundación Natura ha empezado a desarrollar con la iniciativa ‘Mecanismo de Mitigación Voluntaria de Gases Efecto Invernadero en Colombia (MVC)’, sobre todo en lo que está relacionado con Carbono Azul, que son proyectos de mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero asociados a ecosistemas marinos y costeros.
La idea es, entonces, que las comunidades puedan aprovechar el incentivo de carbono, eventualmente, para mejora la factibilidad y viabilidad del aprovechamiento libre del manglar.
«Los pastos marinos, además, serían grandes depósitos de carbono, eso es parte de las hipótesis que trataremos de aclarar, lo que nos permitirá saber cuál es su potencial para plantear medidas de conservación. También queremos identificar cómo la gestión adecuada de los pastos y manglares nos puede proteger frente a algunos de los eventos generados por el cambio climático», agregó Gómez.
Pesca es posible por pastos y manglares
MAPCO trabajará con grupos comunitarios de Cispatá, para que hagan procesos de manejo de aprovechamiento del manglar sin deteriorar la biodiversidad. La idea es que aprovechen esos recursos naturales con actividades de menor impacto, incluyendo el turismo comunitario,
«Muchas personas aún no saben, por ejemplo, que los pastos marinos son determinantes para sostener la pesca, entonces también vamos a hacer difusión de conocimiento con la comunidad en general sobre cuáles son las características de este ecosistema tan poco estudiado, dónde está situado y por qué es importante conservarlo», finalizó Gómez.
También colaborarán con esta investigación la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IMEDEA), Edith Cowan University (ECU), University Western Australia, Carsucre, Corpoguajira, la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y San Jorge (CVS) y la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
A continuación podrá descargar la presentación que Francisco Arias, director del Invemar, divulgó durante el lanzamiento de MAPCO: INVEMAR-MAPCO