Talleres de socialización de resultados en el municipio de Zona Bananera

El mes pasado, se llevaron a cabo 21 reuniones en el municipio Zona Bananera en Magdalena, con el fin de socializar los resultados de una primera prueba e incorporar ajustes en los indicadores para el proyecto Sostenibilidad social y ecológica en paisajes productivos, llevado a cabo por Fundación Natura en conjunto con la Red de Agricultura Sostenible (RAS).

El proyecto Sostenibilidad social y Ecológica en Paisajes Productivos, iniciado en el año 2019 por la Fundación Natura y la Red de Agricultura Sostenible (RAS), tiene como objetivo generar una herramienta gratuita que permita medir la sostenibilidad de los paisajes que poseen áreas con predominancia de sistemas productivos, para este caso se analizan los de banano y palma de aceite.

Bajo este contexto, se llevaron a cabo 4 reuniones virtuales y 17 presencial en el municipio Zona Bananera con el fin de socializar la compilación y análisis de 221 entrevistas realizadas a diferentes actores, entre los cuales se encuentran: propietarios de 60 fincas (3 ha aprox.), 120 trabajadores, directivos de tres cooperativas de bananeros, 16 juntas de acción comunal, funcionarios de la alcaldía, funcionarios de empresas públicas que manejan acueductos veredales y de cascos urbanos, funcionario de distritos de riego, empleados de pistas aéreas, defensa civil y ONG ambiental.

Las reuniones se realizaron en patios o solares de casas ubicadas en algunos cascos urbanos, zonas de ingreso a las fincas o de carga, áreas de empaque, oficinas y en polideportivos. Todos los sitios se adecuaron para facilitar la comodidad de los asistentes, la exposición de carteleras con la información y de acuerdo con los protocolos de bioseguridad.

Quisimos mostrarles a las personas cómo están en el territorio-paisaje de acuerdo con el enfoque que llevamos de sostenibilidad, que vieran su realidad a partir de las gráficas y el análisis realizado con datos que nos suministraron. Permitirles hacer reflexiones sobre las alternativas colectivas que deben identificar para abordar situaciones complejas que se presentan; también sobre su forma de vivir, la calidad de vida, la forma de manejar el espacio-territorio y el futuro que podrían tener sus hijos. También, quisimos agradecer el tiempo y confianza depositados en nosotros al momento de suministrarnos la información, retroalimentarlos es lo mínimo que podemos hacer y que pocas organizaciones hacen cuando abordan comunidades rurales”, afirmó Leiber Peñaloza, jefe de proyecto.

Los talleres consistieron en:

  1. Identificar el conocimiento local sobre el concepto de sostenibilidad, para ello los asistentes construyeron fincas en telas previamente dibujadas. Paso seguido se expusieron la distribución de los componentes de la finca y explicaron la razón por la que la consideraban sostenible.
  2. Identificar los intereses de los asistentes sobre aspectos de sostenibilidad a partir de la calificación de categorías e indicadores preestablecidos, separando las dimensiones: ambiental, económica, social y de gobernanza.
  3. Presentación de resultados de la primera prueba. Actividad apoyada en mapas de coberturas de la zona, mapas con ubicación de las fincas de las diferentes cooperativas, mapas de las fincas convocadas por cada grupo reunido, mapa de inundaciones del municipio y gráficas impresas en plotter, con información de diferentes indicadores en los que se reflejaban las respuestas de los actores a las preguntas realizadas durante las entrevistas.
  4. Espacio de discusión, en el que los participantes tuvieron la oportunidad de hablar sobre los resultados presentados, el enfoque de sostenibilidad y cómo consideraban que la herramienta digital debería quedar para facilitar su manejo y que les fuera de utilidad en función de medir la sostenibilidad del paisaje.
  5. Reflexión del trabajo en equipo, para lo que se realizó una actividad recreativa en la que se colocaba una bola sobre un triángulo de icopor sostenido por tres personas que tenían los ojos cerrados, uno en cada esquina, y que buscaban situarla en un orificio en el centro del triángulo. A cada una de las personas se les asignó el nombre de Ambiental, Social y Económico. Una cuarta persona recibió el nombre de Gobernanza, su función era la de orientar a quienes sostenían el triángulo. Después de un par de minutos, si no lograban ubicar la bola, se les permitía abrir los ojos y encontrarla sin la ayuda de quien tenía la función de guiar.

Al finalizar la jornada, se obtuvo una buena acogida, como menciona Yonis Castro, técnico de campo “Cuando llegamos con estos resultados, ellos clasificaron lo que consideraron más importante, se dieron cuenta de unas realidades que no ven por la rutina en que viven y evidenciaron como están en la en la actualidad en algunos temas. También, se asombraron de cómo habíamos hecho un análisis y seguimiento en todo el territorio”.

Algunos comentarios de los asistentes muestran el alcance del proyecto y de la metodología de socialización, tal como el de don Marco Tulio, participante de los talleres y productor de banano, “el concepto que tengo ahora de sostenibilidad es que nada es aislado, todos los sistemas deben ir integrados. Por eso, debemos integrarnos nosotros como personas y luego incluir a la naturaleza para nuestro beneficio, pero sin afectarla.

Después de estos talleres y previo a una segunda prueba, se espera trabajar en la depuración de los indicadores ideales para medir la sostenibilidad del paisaje-territorio, haciendo énfasis en una sostenibilidad integral donde se conjuguen simultáneamente las visiones ambientales, sociales y económicas. Con estas lecciones se avanzará en la construcción de una herramienta digital que sea versátil en su manejo, con leguaje sencillo, que responda a contextos locales en diferentes escalas y que permita planear algunos ejercicios de ordenamiento del territorio.

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