Anualmente, en el departamento de Santander, se realiza un encuentro de agricultores y monitores climáticos para compartir experiencias, socializar resultados y discutir los nuevos retos para el siguiente año.
Este 2024, el evento se llevó a cabo en diciembre y reunió a 32 familias monitoras en su primer día en el municipio de Betulia, y a 40 familias en su segundo día en San Vicente de Chucurí.
“Los talleres son un cierre de ciclo del proceso de Monitoreo climático participativo. Permiten a los productores compartir sus datos y realizar análisis conjuntos sobre el comportamiento meteorológico en la región a lo largo de 2024 y su relación con los cultivos. Además, fomentan el intercambio de aprendizajes y la socialización de logros desde las fincas”, explicó Andrés Rueda, Jefe de proyecto de Fundación Natura.
Este encuentro, que se realiza desde 2016, es parte del programa de Monitoreo climático participativo, una iniciativa de ISAGEN y Fundación Natura que comenzó en 2010 en el área de influencia del embalse Topocoro. El programa respondió a la preocupación comunitaria por posibles cambios microclimáticos, y desde 2013 ha capacitado a familias de la región.
Desde entonces, productores de San Vicente de Chucurí, Betulia, Zapatoca y Girón (Santander) han sido capacitados para recopilar datos sobre temperatura, humedad relativa y precipitaciones, integrándolos en la planificación y ejecución de sus actividades diarias.
“Esta actividad es importante porque adquirimos conocimientos y compartimos información con otros monitores. Aunque estemos en la misma región, las precipitaciones y temperaturas varían de una finca a otra. Esta información nos ayuda a planificar fertilizaciones, podas y controles fitosanitarios. También nos permite observar cómo cambia el clima a lo largo de los años”, comentó Beatriz Núñez, monitora de la vereda Miradores de la Plazuela, en Zapatoca.
A lo que se unió Luz Aleida Gómez, monitora de la misma vereda, quien destacó que espacios permiten compartir conocimientos, reencontrarse con compañeros y aprender sobre sus procesos. “He aprendido mucho sobre el comportamiento del clima y las buenas prácticas para el cultivo de cacao. Saber cuándo realizar podas, fertilizaciones o siembras es clave. Estoy agradecida con ISAGEN y Fundación Natura por esta oportunidad”, agregó.
Este año, el encuentro sorprendió a los monitores con una noticia: el programa de Monitoreo climático participativo implementará una app móvil, a partir de enero de 2025, para facilitar el registro de datos y fortalecer su análisis.
“La aplicación digitalizará la recolección y visualización de datos meteorológicos, como temperatura, precipitación y humedad relativa. Esto permitirá a los monitores relacionar directamente la información con sus cultivos y enviarla de forma inmediata al equipo técnico”, explicó Andrés Rueda.
La herramienta, denominada UVA, busca fortalecer la generación de datos útiles desde la ciencia ciudadana, promover el conocimiento de patrones climáticos locales y optimizar la toma de decisiones para la adaptación al cambio climático.
Además, plantea retos y oportunidades: facilita la recolección de información y empodera a los monitores en el uso de datos. Y mejora la eficiencia del monitoreo, garantizando registros de calidad y un análisis más integrado.
Algunas familias, como la de Beatriz Núñez, seguirán utilizando el método manual mientras se adaptan gradualmente a la tecnología. Por otro lado, Luz Aleida se entusiasmó por la herramienta: “la tecnología trae beneficios y debemos aprovecharlos. Este programa nos ayuda a aprender, implementar mejoras en nuestras fincas y enfrentar nuevos retos”.
«Queremos ampliar la cobertura, para tener este tipo de aplicaciones no solo en monitoreo climático, sino que también Fundación Natura pueda aplicarlo para otros procesos alrededor del país (…) Creemos que la integración de los productores con la tecnología es importante y esto genera un impacto social para el uso de datos de manera adecuada”, concluyó Andrés.
El programa de Monitoreo climático participativo, con más de una década de trayectoria, sigue innovando para empoderar a las comunidades y optimizar sus procesos. La introducción de herramientas tecnológicas refuerza el compromiso de ISAGEN y Fundación Natura con el desarrollo sostenible y la adaptación al cambio climático.