Agricultores santandereanos se encuentran en la tercera fase de la estrategia de monitoreo climático comunitario, en la que se toman decisiones para el manejo de los cultivos de cacao en función del comportamiento del clima.
Con la finalidad de involucrar a los productores de la zona de influencia del embalse de la Central Hidroeléctrica Sogamoso, ISAGEN y la Fundación Natura propusieron en el año 2013 el desarrollo de la estrategia de Monitoreo Climático Participativo, a través de la cual se vincula la comunidad de manera más activa en el registro de información climática para el manejo de sus cultivos.
La estrategia inició con visitas a las fincas de los productores por parte de los investigadores de la Fundación Natura. En éstas el personal de campo socializó a los labriegos la importancia de medir el clima para la administración de sus cultivos; adicionalmente se capacitaron a los productores en el manejo de las microestaciones instaladas en sus fincas.
Los agricultores con los conocimientos adquiridos, han sido los encargados de registrar la información de la temperatura, la humedad relativa y las precipitaciones en sus predios.
El proceso de monitoreo climático participativo se divide en tres fases: la primera consiste en la capacitación al productor para el manejo adecuado de la microestación y el registro de la información; la segunda fase se fundamenta en la comprensión de la relación que existe entre las variables climáticas monitoreadas; y, por último, la tercera fase se basa en la toma de decisiones por parte del productor para el manejo de sus cultivos, teniendo en cuenta los datos climáticos registrados.
Gilberto Urrea y su esposa Luz Marina Martínez, agricultores del municipio de Betulia (Santander) llevan más de un año en la tercera fase de este proceso, gracias a su compromiso y constancia.
“Por medio de toda la información que he recogido desde años anteriores, hoy en la fase tres puedo saber cómo se comporta el clima durante los diferentes meses del año, y así nosotros nos programamos para hacer las labores en la finca o para prepararnos en tiempos de lluvias, que son cuando nos llegan las plagas”, afirma Gilberto Urrea.
Durante la fase tres, se busca que todos los agricultores que participan del proceso de monitoreo climático, tomen decisiones acertadas para el manejo de sus cultivos y de esta forma crear capacidad local a través del conocimiento adquirido.
Esta información hace parte del “Programa para atender la percepción de la comunidad acerca de posibles cambios microclimáticos ocasionados por el embalse Topocoro” y el Proyecto de Monitoreo Microclimático en el área de influencia de la Central Hidroeléctrica Sogamoso, desarrollado mediante el convenio 47-681 entre ISAGEN y Fundación Natura.