Culmina primer año de monitoreo de la restauración por compensaciones ambientales con EPM

Durante el año 2020, Fundación Natura en convenio con EPM continúo el desarrollo de proyectos de restauración ecológica en ecosistemas andinos y de páramo del departamento de Cundinamarca, como parte de las compensaciones ambientales derivadas de la construcción de la línea transmisión eléctrica Nueva Esperanza.

Haciendo frente a la pandemia por Covid-19, el equipo de profesionales de la Fundación se enfrentó a la tarea de seguir desarrollando las labores de implementación y monitoreo de la restauración aplicada en diferentes predios adquiridos, con el fin de realizar las compensaciones mencionadas. En el marco de estas actividades, el monitoreo fue protagonista en la adaptación de alternativas para efectuar el trabajo en campo asociado a la recolección de datos y encaminado a evaluar los resultados y la efectividad de las estrategias implementadas en diferentes ecosistemas.

El monitoreo es un componente esencial en el proceso de restauración ecológica, con el fin de demostrar el cumplimiento de las metas y objetivos trazados en diferentes fases, contribuyendo a identificar las falencias del proceso y a formular la aplicación de correctivos que permitan lograr los alcances planteados, en diferentes plazos. Este proceso consiste en hacer un seguimiento periódico de atributos especiales que en coherencia con los objetivos brindan respuesta a los tratamientos de restauración aplicados, permitiendo evaluar el avance del proceso de restauración dirigido a la recuperación de una o varias propiedades ecológicas del ecosistema. Así es posible saber si las estrategias de restauración aplicadas resultan efectivas en el tiempo o si es necesario su ajuste.

La puesta en marcha del monitoreo de la restauración por compensaciones ambientales con EPM, se llevó a cabo con el acompañamiento y liderazgo de la subdirectora de conservación e investigación Nancy Vargas Tovar y la Ecóloga y jefe de proyecto, Oriana Serrano; además de contar con la asesoría del Biólogo – M.Sc., Julián Esteban Díaz Triana, quien adaptó y coordinó los programas de monitoreo asociados a los planes de compensación ejecutados en los predios Santa Rosa en Sibaté, El Banqueo en Guasca, Peñas Blancas y La Esmeralda en Bojacá, y la Reserva Biológica Encenillo.

Para cada caso, se diseñaron los métodos y protocolos para obtener datos en esquemas de muestreo particularizados para cada variable de seguimiento, incluida en los programas de monitoreo. La aplicación de los protocolos se logró tras la formación de auxiliares de campo entre los que figuraron guardabosques y personal de vivero, quienes asistieron a tres talleres de capacitación presenciales y virtuales sobre temas y actividades de monitoreo en la restauración ecológica, para los cuales se emplearon instrumentos didácticos, particularmente adaptados para ser aplicados durante la pandemia.

Con el liderazgo de la Ingeniera Forestal, Edna Viviana Herrera, especialista en SIG, la participación de la Bióloga-M.Sc., Liz Ávila, especialista en botánica y monitoreo de la vegetación, y la incorporación de otros profesionales y personal de apoyo, se adelantaron cinco jornadas de campo a lo largo del año mediante las cuales se recolectaron datos de los primeros eventos de monitoreo del establecimiento y efectividad de estrategias florísticas implementadas en las áreas de compensación. Estas jornadas involucraron: preparación logística, de materiales, formatos, guías, mapas y demás recursos ilustrativos, para facilitar las labores de toma de datos, incluyendo aquellas actividades preparativas concernientes al marcaje y señalización de unidades de muestreo y observación.

Con el trabajo de campo se ensayaron y aplicaron las metodologías planteadas para el desarrollo del monitoreo y se implementaron las plataformas necesarias para continuar con el mismo en próximos eventos. Las actividades no solamente resultaron útiles como ejercicio piloto para adaptar los protocolos diseñados, sino que se obtuvo el primer conjunto de datos de referencia para evaluar el éxito en el establecimiento de especies nativas incorporadas en arreglos florísticos, además del impacto ecológico de los arreglos a escala de parcelas y en el corto plazo.

La experiencia desarrollada deja como lección la importancia, no solamente de incorporar al monitoreo en los procesos de restauración adelantados por compensación ambiental, sino la necesidad de efectuar su adaptación paulatina a las condiciones y circunstancias particulares de cada área de interés. En el monitoreo de la restauración es fundamental la participación de equipos interdisciplinarios, así como de técnicos auxiliares y personal local que se involucren en las actividades de seguimiento y la comprensión de los cambios deseados en los ecosistemas asistidos, a través de la restauración como alternativa de compensación. En situaciones como la vivida con la pandemia, es sumamente relevante rescatar el apoyo de la virtualización y los medios tecnológicos para facilitar la comunicación entre diferentes actores y, particularmente, para brindar asistencia remota al personal de campo.

Tomando en cuenta los resultados del primer año de experiencia en monitoreo, en los próximos será necesario mantener la continuidad del monitoreo así como fortalecer el talento humano con capacitaciones de actualización periódicas, pero, sobre todo, consolidar el componente de procesamiento y análisis de datos para hacer del monitoreo una herramienta mucho más completa y global que provea información en tiempo real, dando base al manejo adaptativo fundamentado en hechos cuantificados más que en información anecdótica. Esto permitirá orientar con mayor acierto, la toma de decisiones sobre las compensaciones en cada predio y explicar los resultados conseguidos con información sistemática, depurada, interpretada y analizada.

Finalmente, es importante resaltar la importancia de complementar estos procesos con la participación de instituciones académicas y la proyección del monitoreo a largo plazo, incluyendo en estos líneas de investigación científica centrada en la restauración ecológica de ecosistemas de montaña.

Propuesta: Julián Esteban Díaz Triana, profesional Fundación Natura
Revisión: Oriana Serrano, Jefe de proyecto Convenio EPM
Adaptación formato web: Eliana Marcela Garzón, Comunicaciones Fundación Natura
Diciembre 23 de 2020.

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