Pedro Castro: Liderazgo y valentía en la Zona Bananera

Criado en una finca familiar ubicada en el corregimiento Palomar de la Zona Bananera, con 53 años y cultivador de banano desde muy joven, el señor Pedro Castro se ha caracterizado por su espíritu de liderazgo y valentía para sacar adelante una comunidad que se mantiene a base de cosechas de diferentes frutos.

Entre bananos y algunos árboles frutales de zapote, transcurre la vida del señor Pedro quien al igual que la mayoría de las familias de esta región, se dedica al campo por herencia familiar. Muchos de ellos reciben ese legado y la sabiduría milenaria para trabajar las tierras y obtener su sustento con el pasar del tiempo.

En compañía de su esposa y de sus dos hijos, uno de 27 y el otro de 25 años, trabaja en su finca cultivada con banano. De esta forma mantienen la tradición de generación en generación. “Mi esposa también tiene herencia familiar de cultivo de banano y todos nos dedicamos a lo mismo”, destacó.

El señor Pedro tomó un tiempo de sus actividades en la finca para participar en las encuestas llevadas a cabo por el proyecto “Modelo para un paisaje sostenible” de la Red de Agricultura Sostenible y la Fundación Natura.

Con el resultado de estas encuestas se espera determinar indicadores para la construcción de una herramienta digital que permita identificar el estado de sostenibilidad de un paisaje o territorio, en donde predominan sistemas productivos.

En este municipio, ubicado entre la Sierra Nevada de Santa Marta y la Ciénaga Grande, se pueden escuchar muchas historias alrededor del cultivo de banano, la cultura y costumbres de sus comunidades y sobre el temple de las personas que la integran. “He tenido afinidad con las personas. Eso me ha convertido en líder de la comunidad. A veces he tenido que liderar marchas pacíficas, protestar exigiendo derechos y gestionar soluciones para mejorar los servicios”, contó.

Por su forma de actuar y su capacidad de gestión, logró ser presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda, consiguió la canalización de un trayecto del canal de agua natural que perjudicaba a más de 50 familias. “Cuando llegaba la temporada invernal, la inundación arrasaba con la mayoría de los cultivos del territorio”, sostuvo.

Ser líder en la comunidad permite que uno pueda gestionar y dar solución a las necesidades que tenemos todos. Pude mejorar las instalaciones del cementerio, ya que no tenía paredes. También conseguí hacer 60 metros de pared y un portón de acceso”, precisó el señor Pedro.

En su trayectoria de trabajo con la comunidad y su misma labor dentro del campo, reconoció que en el corregimiento no se aplican pesticidas porque pueden empobrecer la tierra y acabar con los microorganismos que benefician la materia orgánica. “El control de la maleza lo hacemos de forma mecánica y no atentando contra el medio ambiente”, comentó.

Así, el señor Pedro espera continuar con su misión de trabajar en pro de la comunidad y del medio ambiente, seguir siendo un líder dentro del territorio y poder ayudar en su tierra natal. “Espero mejorar en temas de infraestructura, tener una finca más organizada y productiva para que podemos permanecer en el mercado”, concluyó.

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