Así se han fortalecido los cacaoteros de Santander a través del monitoreo climático

Los países de Centroamérica y Sudamérica se han convertido en los grandes productores de cacao a nivel mundial. Colombia se encuentra en la lista con una producción de 69.040 toneladas durante 2021 y 62.158 en 2022; una cifra que corresponde en gran parte al departamento de Santander, según la Federación Nacional de Cacaoteros – Fedecacao.

Pues en 2021 el 40,6% de la participación nacional se la llevó este departamento, mientras qué, en 2022 contó con un 36,8% correspondiente 22.899 toneladas durante el año. De esta forma, Santander continúa liderando esta producción en el país, contando con 18 mil familias que viven del cacao y 40 municipios que lo cultivan, así lo dio a conocer Fedecacao en 2022.

San Vicente de Chucurí, Betulia, Zapatoca y Girón (Santander), son algunos de los municipios que, además de dedicarse a este producto, cuentan con otro componente en común: se encuentran articulados al Monitoreo climático participativo, una estrategia liderada por ISAGEN y Fundación Natura, la cual hace parte del Plan de manejo ambiental de la Central Sogamoso, que busca fortalecer a la comunidad en el registro de información climática para el entender su comportamiento y, a su vez, para el mejoramiento de sus cultivos.

“El 100% de los monitores son cacaoteros y el programa de Monitoreo participativo les ha aportado instrumentos como el pluviómetro, el termohigrómetro y el registro, que son insumos que fortalecen el conocimiento de las variables climáticas como la lluvia, la temperatura y la humedad relativa. Dichos conocimientos les ayudan a relacionar las labores culturales en los cultivos, como limpias, podas, fertilizaciones y siembras, con el clima”, afirmó Abel Merchán Silva, Técnico de campo de investigación.

Este proyecto con los monitores inició hace diez años, exactamente el mismo tiempo que lleva Abel acompañando cada uno de los procesos que se llevan a cabo en las fincas. Durante este tiempo ha podido ser testigo de los avances frente al mantenimiento que realizan los monitores en sus cultivos, ya que ahora tienen en cuenta las variables del clima para la toma de decisiones, lo que se ve directamente relacionado con la calidad en las cosechas y una mejor administración del cultivo.

Esto también lo ha podido percibir Javier Díaz Cediel, Investigador agronómico del proyecto. “Los agricultores que se han ido vinculando a la estrategia de Monitoreo climático participativo han ido tomando una mejor postura preventiva ante los eventos y factores que inciden en sus sistemas productivos. Es decir, toman mejores decisiones o son más acertadas para sopesar los tiempos y hacer que sus cultivos sean más resilientes”.

A través de las capacitaciones y talleres, con el fin de apropiarse de estos temas relacionados con la variabilidad del clima, los monitores no solo han podido identificar las diferentes temporadas climáticas que se pueden presentar durante el año, sino que también ha sido posible ir un paso adelante en la prevención para estar preparados durante los días de mayor sequía, de mayor lluvia y de mayor humedad, lo que les ayuda a controlar y monitorear la propagación de hongos y enfermedades en sus cultivos.

Este conocimiento es nuevo para algunas familias y muy cercano para otras, por lo que ha sido clave afirmar muchos de los saberes locales y fortalecerlos con estrategias técnicas que aporta el Monitoreo climático participativo. “La corroboración del conocimiento que ellos tenían y la realización de las actividades a tiempo, es lo que permite una mejor producción y un mejor desarrollo de la planta. Además, en una etapa avanzada del monitoreo, los productores comprenden mejor los fenómenos como el de La Niña y El Niño, y se disponen para hacer ciertas labores de prevención”, aseguró Merchán.

Es así como los productores de cacao y monitores del clima han crecido y se han capacitado para conocer cómo funciona el clima en la región, cómo esto puede involucrarse en las decisiones que toman y cómo les permite apropiarse de un tema que los convierte en expertos y conocedores de cada paso durante la producción de cacao. Todo este proceso y estos aprendizajes son los que siguen sumando para que Santander continue siendo el departamento más fuerte, de mayor calidad y producción de cacao en el país.