Con el fin de realizar un ejercicio de acercamiento a la gestión y ejercicio de la restauración ecológica a gran escala, la maestría en restauración ecológica de la Universidad Javeriana de Cali, eligió el Proceso de restauración ecológica de bosque seco tropical de la Central Hidroeléctrica El Quimbo y al Centro de Investigación Attalea, como lugar para la realización de la primera salida de campo de los estudiantes y docentes de este nuevo postgrado.
En este segundo semestre del año 2023 en el Centro de Investigación de Bosque Seco Tropical Attalea de la Central Hidroeléctrica El Quimbo, se recibió y atendió a 14 estudiantes de la nueva maestría en restauración ecológica de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali junto a cinco docentes, entre ellos el director del programa de Biología, posicionando el Proceso de restauración ecológica de El Quimbo como uno de los principales aliados de la academia, que promueve la articulación y la investigación alrededor de la restauración de las 11.079 hectáreas de bosque seco tropical en el departamento del Huila, uno de los procesos de restauración de mayor escala en Colombia.
La visita de cuatro días, fue concertada con el docente, Juan Pineda Medina, teniendo en cuenta que la esta maestría está enfocada en la gestión de la restauración y en una aproximación integral y holística. Por tanto, las jornadas desarrolladas buscaron tener una aproximación a todas las dimensiones relevantes en un proceso de restauración: económica, social, ecológica, administrativa, jurídica, entre otras.
Las actividades de campo fueron acompañadas por los docentes de los cursos del componente ecológico, económico, social y ético. Y, si bien tuvo un acercamiento al componente ecológico con recorridos para el reconocimiento de las características del ecosistema y del área en proceso de restauración ecológica, zonas de implementación e intercambios de conocimientos y experiencias sobre diseño, implementación, mantenimiento, monitoreo y propagación en vivero de las especies nativas seleccionadas; también se profundizó en los aspectos sociales, económicos y administrativos, a través de jornadas de entrevistas y conversatorios con la comunidad del área de influencia del proceso, auxiliares de vivero y de campo, equipo técnico, jefe de proyecto.
Lo anterior ayuda a los estudiantes ya que la maestría está centrada en retos, problemas y estudios de caso con aproximación teórico-práctica, y entre otros, al desarrollo de competencias para diseñar, gestionar, liderar y ejecutar proyectos de restauración ecológica en cooperación con profesionales de otras disciplinas, y tal como lo refirió el coordinador de la salida de campo, “el diseño de la maestría es el fruto de varios años de trabajo, de ahí que esta visita al proceso ha sido un elemento fundamental para la formación de nuestros estudiantes”.
Al cierre de las jornadas de observación, entrevistas e intercambio de conocimientos y experiencias, el director del programa de Biología de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali y docente de la maestría, Mateo López Victoria, destacó que, “los estudiantes tuvieron la posibilidad de dimensionar a una escala realmente grande todos los componentes y características que se deben tener en cuenta para la restauración ecológica. Esta visita ha sido, sin lugar a duda, la mejor oportunidad para nosotros, muy cerca a nuestra región y con grandes similitudes en término de ecosistemas”
Y añadió: “realmente lo que más me ha gustado de este proyecto, es la manera como se ha formado capital humano de la región, prácticamente todos son oriundos del Huila y no solamente están cerca a sus familias, integrados totalmente con el ecosistema, con el paisaje, con la cultura, sino que además hay un sentido de pertenencia de corazón con las iniciativas”.
La consultora internacional en temas de restauración ecológica y docente de la maestría, Carolina Murcia PhD., confirmó que fue un acierto escoger el Proceso de restauración ecológica de bosque seco tropical de El Quimbo para realizar la primera salida de campo con sus estudiantes y expresó que “pudieron ver que los programas y proyectos de restauración no se definen totalmente desde el día uno, sino que necesitan ser adaptados a lo largo del tiempo a medida que van cambiando las circunstancias. Además, no sólo lograron ver de primera mano cómo se aplican muchos de los conceptos que les habíamos ido impartiendo en las clases de manera muy teórica, sino que ahora lo pueden aterrizar a la realidad y establecer paralelos entre sus realidades, sus trabajos, proyectos en los que están vinculados”
En conclusión, para Carolina Murcia, la salida de campo permitió que los estudiantes tuvieran un “aprendizaje increíble” y “pudieron mirar este proyecto a través de los ojos de las personas que lo están haciendo, de los ojos de los profesores y de sus compañeros. Ha sido una actividad integradora y esperamos que les dé muchísimos resultados en su formación”.