Además de su caluroso clima, comida típica, folclor autóctono y gente alegre, el sur de los departamentos Cesar y Magdalena también se caracteriza porque allí se ubica del humedal continental más grande de agua dulce que tiene el país: la ciénaga de Zapatosa, que abarca seis municipios: Chiriguaná, Chimichagua, Curumaní, Pailitas y Tamalameque (Cesar); y El Banco (Magdalena).
Proteger este ecosistema es de suma importancia para la región y el país, puesto que factores como la contaminación, cambio climático y la tercera ola invernal del año, han causado que sus comunidades se vean afectadas por las inundaciones debido al aumento del nivel del agua de los ríos Magdalena y Cesar y, por ende, de la ciénaga de Zapatosa, que en épocas de lluvias puede alcanzar las 70.000 hectáreas.
Desde 2017, Fundación Natura a través del proyecto GEF Magdalena Cauca Vive, ha hecho presencia en el territorio con el objetivo de contribuir a la conservación y uso sostenible de esta área protegida y todos los ecosistemas que se conectan y que conforman el Mosaico de Conservación de Zapatosa y, de esta forma, aportar a la consolidación de espacios para la toma de decisiones que permitan enfrentar las problemáticas y retos que tienen las comunidades ribereñas.
Inicialmente se brindó apoyo a la declaratoria del área por parte de la Comisión Conjunta conformada por las corporaciones autónomas regionales Corpocesar y Corpamag y posteriormente se trabajó en la formulación y armonización de un plan de manejo que tuviera en cuenta las dos figuras ambientales de protección: Ramsar y DRMI.
De la mano de las comunidades locales, Corpocesar, Corpamag, la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (AUNAP), 6 alcaldías municipales, el Programa Pequeñas Donaciones del GEF-PNUD (PPD), Fundación Alma y The Nature Conservancy (TNC), se desarrollaron diversas actividades y acciones que permitieron conocer este complejo cenagoso y establecer retos para su conservación.
En términos de restauración ecológica, en el Mosaico de Conservación de Zapatosa se logró la formalización de 29 acuerdos de conservación, 24 de ellos con propietarios de predios privados, 2 comunitarios y 3 institucionales; la siembra de 72.494 plantas, 25 km de caños destaponados, creación y/o fortalecimiento de 21 viveros, 6 parcelas de pasto de corte y 4 silvopastoriles, 5 galpones, 56 patios productivos, 24 comunidades sensibilizadas y apropiadas de los procesos de su territorio, entre otros.
Desde el componente de pesca se trabajó con 17 localidades de 3 municipios, se realizaron talleres de capacitación en Monitoreo Pesquero Participativo y jornadas de trabajo en conjunto con la AUNAP y TNC, obteniendo como resultado 3.252 faenas reportadas, lo que permite almacenar más datos en el Sistema de Información del Magdalena (SIMA). Asimismo, luego de encuentros con las comunidades en donde se realizaron cartografías sociales, se realizó una propuesta de zonificación acuática para la protección y conservación de la ciénaga de Zapatosa.
Pesca, artesanías y viveros fueron los tres pilares fundamentales en el fortalecimiento de actividades productivas sostenibles, procesos en los que se destaca la participación femenina. Esto permitió que se dieran a conocer en el mercado local, regional e incluso, nacional, diversas asociaciones que hacen parte del grupo de 24 Pequeñas Iniciativas Comunitarias (PIC), una iniciativa del PPD y Fundación Natura, que tuvo por obtenido fortalecer la gobernanza local.
Otra acción importante que se desarrolló en esta área fue el monitoreo y evaluación del ecosistema, esto corresponde al diseño e implementación de procesos de observación, medición, muestreo y análisis de variables de manera periódica y continua a través de unos bioindicadores, es decir, respuestas o señales que dan los organismos o comunidades frente a las condiciones del ecosistema acuático y sus cambios a lo largo del tiempo.
Desde el programa de modelación ecohidrológica-PMEH, se realizó la construcción y calibración de modelos hidrológicos del río Cesar y ciénaga de Zapatosa, la modelación ecohidráulica, ecotrófica y el muestreo de ecosistemas acuáticos del complejo cenagoso de Zapatosa, además de la elaboración de insumos para escenarios futuros y sus respectivas simulaciones.
Culminado el proyecto GEF Magdalena Cauca Vive, el reto principal de cada una de las jurisdicciones y actores es establecer la gobernanza como un ejercicio participativo, cuyo fin es la ejecución de acciones estratégicas para la conservación del complejo cenagoso de Zapatosa, el cual cuenta con una gran riqueza biológica que no solo aporta a la regulación hídrica, sino también al bienestar humano de las comunidades aledañas, quienes han basado sus costumbres y economía en torno a esta ciénaga.