Entre música y manejo adecuado de residuos

Desde niño, Relis Arnaldo Arigan Forbes, más conocido como Zambo, estuvo involucrado en la música, la danza, los deportes y la cultura de San Andrés Isla, el lugar que lo vio nacer. “Cuando hacíamos los eventos culturales en la comunidad, siempre he estado participando, pero cuando decidí profesionalmente empezar a escribir y a componer, ya tenía 18 años. Desde ahí empecé a mirar a dónde podría llegar con la música y solo hacerlo en nuestra lengua, en el dialecto creole, que es lo que hemos querido expandir”, resaltó.

Pero tampoco puede borrar de su recuerdo los malos olores que se generaban debido a las montañas de residuos almacenadas en Magic Garden, el relleno sanitario de San Andrés Isla, donde las elevadas temperaturas provocan incendios, afectaciones ambientales y temor en los habitantes de Schoonert Bight, el barrio donde creció, que además de sufrir por falta de agua, sus habitantes han tenido que lidiar históricamente con los malos olores y riesgos de quemas.

En 15 años de compositor y muchos más de músico, Zambo ha logrado posicionar su isla y el lenguaje criollo representativo. “Quiero que todo el mundo sepa que San Andrés existe y que existe algo más allá que sol, mar y arena, por eso en mis canciones siempre estoy cantando en creole, porque acá se habla creole. Incluso cuando viajamos y conocemos personas, siempre intentamos cocinar algo típico de la isla y que la gente vea que acá hay gastronomía, música, cultura y demás factores que también son turísticos”.Su pasión lo ha llevado a conocer el mundo y en ese recorrido a poner en alto sus raíces isleñas, pero el amor a su tierra y los suyos han despertado en él un fuego diferente, con el que busca labrar el camino y con ello beneficiar a todos los habitantes de San Andrés: la gestión de residuos.

Durante el día se dedica a separar residuos, acoplarlos y darles una segunda vida en Schooner Bight Ethnic Association (SBEA), el sueño de su vida que ha logrado materializar. Esta es una de unas iniciativas locales apoyadas por Fundación Natura y Fundación Coca-Cola, a través del proyecto Playas Libres, Basura Cero, que se ejecuta en Coveñas (Sucre), Bahía Solano (Chocó) y San Andrés Isla (Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina); que busca involucrar a la comunidad en la cultura cuidado de playas que mitiga y reduce la contaminación de las prácticas de degradación del ecosistema marino-costero.

Pero cuando la luna ilumina la oscura noche, dedica su tiempo a la música. “Casi todos los músicos acostumbramos a escribir, componer y grabar de noche, ya que es un horario más tranquilo para trabajar y ese trabajo exige silencio y concentración, entonces se convierte en el horario más agradable para eso”, aseguró.

Y es que, en la música, el éxito ha sido evidente. Con casi 33 años, la pregunta más recurrente a Zambo es: ¿Por qué está en el reciclaje siendo músico? Y tal vez la respuesta es casi mística, pues fue en uno de sus viajes a Europa en donde se dio cuenta, casi como una revelación, que la cultura del reciclaje podría sacar de la condena, a los habitantes del barrio Schoonert Bight y de paso a toda San Andrés.

Él atribuye esta decisión a esa responsabilidad social que como músico tiene con su gente y con su público, dado que ve a los artistas como mensajeros que retribuyen a la comunidad dejando algo positivo. En su caso, siempre busca sacarle provecho a sus letras, ritmos e influencia musical para trasmitir una cultura de protección ambiental.

Durante 2021, Zambo se articuló con Playas libres, basura cero, participando en: el Taller de Periodismo Ambiental, la Mesa Ambiental de San Andrés y las jornadas de limpieza; a las que asistieron más de 1.000 personas y se recolectaron 10.5 toneladas de residuos en todas las zonas del proyecto. Además, mediante el proyecto, la bodega de SBEA recibió aporte para el mejoramiento de sus instalaciones sanitarias y acompañamiento técnico durante esa primera fase.

En este 2022, SBEA es pieza clave para seguir desarrollando acciones en la isla, con el fin de generar núcleos locales que articulen las acciones de los diferentes actores de la cadena de valor de los materiales, a través de la gestión de residuos en la isla, en especial la actividad aprovechamiento.

Tras cinco años relacionado directamente con el reciclaje, el líder de la organización SBEA, ha tenido que enfrentarse a uno de los obstáculos más grandes: la falta de educación ambiental. «Nosotros mismos somos los que generamos este residuo y como no estamos acostumbrados a separar ni a hacer aprovechamiento, lo desechamos”, sostuvo. Considerando las acciones de sensibilización, el mayor reto de los recicladores.

Sin embargo, el mensaje de Zambo para quienes, como él, son recicladores de oficio es “superar el desafío de llegar a toda esa gente que también tuvo la idea de reciclar, pero que no pudieron porque en la isla no había quien se dedicaba a eso”, y así promover la cultura ciudadana y la importancia de segregar los residuos y materiales en los hogares o lugares de trabajo.

Zambo a través de la música y el reciclaje inspira a otros; influencia en sus seguidores quienes la mayoría son jóvenes, teniendo un impacto que genera acción y que involucra a las generaciones futuras para el sostenimiento de los procesos de gestión de residuos en San Andrés.

Por eso, en el maro de la conmemoración del Día Mundial del Reciclador, decretado tras el Encuentro Internacional de Recicladores que se llevó a cabo en Colombia en 2008 y que reunió a representantes de 34 países; resaltamos la labor que cumplen los recicladores y visibilizamos la ejemplar historia de Zambo, porque sabiendo que no es una labor sencilla, pensaron en la forma de aportar a la gestión de residuos en sus territorios, se idearon la forma de recolectarlos, separarlos, reutilizarlos, transformarlos, o darles una segunda vida útil, impactando positivamente en todos los habitantes de sus territorios y dando una esperanza al mundo.

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