Aportes del profesor Jesús Orlando Vargas Ríos para continuar la restauración del bosque seco tropical

“Mi interés por El Quimbo es de hace tiempo ya que nosotros colaboramos en la formulación proyecto, conocí la zona antes de que empezara la implementación del proyecto de restauración. Estoy gratamente impresionado de los avances”

“Jesús Orlando Vargas Ríos”

Jesús Orlando Vargas Ríos es biólogo, especialista en restauración ecológica, con posgrado en ecología tropical. Fue docente e investigador del Departamento de Biología de la Universidad Nacional de Colombia (sede Bogotá) y líder, por más de 20 años, del Grupo de Restauración Ecológica (GREUNAL). También es autor de varias publicaciones en la materia y ha recibido reconocimientos como los premios Alejandro Ángel Escobar en Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, en 2008, y Nacional de Ecología.

En días recientes, el científico visitó el Centro de Investigación de Bosque Seco Tropical – Attalea, que se ubica en el municipio El Agrado, Huila, y forma parte del proceso de restauración ecológica de bosque seco tropical de 11.079 ha de la Central Hidroeléctrica El Quimbo, siendo uno de los procesos de restauración más grande del país.

El profesor Orlando recuerda que hace tiempo también participó en la etapa de formulación de este proceso. El objetivo de la visita en esta ocasión fue conocer los avances del proceso, a propósito de su asesoría en la investigación “Restauración del bosque seco tropical con base en la optimización de estrategias basadas en nucleación aplicada”, que adelanta Julián Esteban Díaz Triana, estudiante de Doctorado en Ciencias-Biología de la Universidad Nacional de Colombia.

La investigación forma parte del proyecto ¿Cómo optimizar los esfuerzos de restauración del Bosque Seco Tropical?, un análisis desde el paisaje y los rasgos funcionales, coordinado de manera conjunta entre el alma mater y el proyecto El Quimbo, en el marco de la Convocatoria Nacional para el Fomento de Alianzas Interdisciplinarias de la UNAL.

Durante dos días, el especialista recorrió las zonas en proceso de restauración, en especial las parcelas implementadas para la investigación doctoral, para conocer al detalle la organización de parcelas, los tratamientos y el desarrollo de las especies, evidenciar la degradación que se presentan en el área de compensación ambiental y compartir con el equipo que lidera la restauración, las experiencias sobre el proceso.

Jesús Orlando, que conoce esta zona antes de que empezara a implementarse el proyecto El Quimbo, afirma estar “gratamente impresionado por los avances” y, “aunque hay dificultades”, destaca tanto la organización a la hora de propagar las especies como la forma en la que se están diseñando y estableciendo las estrategias de recuperación, a partir de la investigación doctoral. “Con base en lo observado en la tesis de Julián, considero que la nucleación es viable para la restauración en bosque seco, y se tiene muy buena experiencia en cuáles son las especies que funcionan”.

La nucleación es una técnica que integra la plantación de árboles y la sucesión natural de la vegetación para restaurar y regenerar los bosques. Los árboles se plantan en islas (también llamados núcleos o grupos) en lugar de en todo el sitio para acelerar los procesos de recuperación del hábitat, reduce los costos y la mano de obra.

El investigador también resaltó algunos aspectos fundamentales a tener en cuenta en la implementación de las estrategias en caso de presentarse disturbios como áreas afectadas por especies invasoras, las cuales entorpecen el proceso de restauración. “Otro aspecto interesante que he visto [en El Quimbo] es que, en algunos potreros afectados por gramíneas invasoras, como la Brachiaria, los parches no pueden crecer. Una solución sencilla es no permitir que el pasto rodee el parche y activar la regeneración en esos bordes”, sugiere el especialista. Y para restaurar en zonas deforestadas por pastoreo de ganado, recomienda “diseños con especies que no sean agradables para el ganado, con espinas y, posteriormente, especies de estadios sucesionales más avanzados”.

Asimismo, señaló la importancia de comprometer a distintos actores sociales en el manejo integral de la ganadería extensiva en la zona de restauración: “Se debe evaluar y controlar el riesgo de pastoreo de animales con las autoridades ambientales, las Corporaciones Autónomas Regionales y las fundaciones que apoyan el proceso para que haya una solución a este problema que está afectando el proyecto de restauración, ya que es una lástima que se detenga el crecimiento de muchas especies que sabemos que son exitosas y que pueden formar coberturas rápidas”.

Finalmente, como conclusión de su visita, el biólogo expresó: “La restauración del bosque seco no es tan difícil si se seleccionan muy bien las especies y se ubican en los sitios adecuados. En restauración hay una cosa que son las características del sitio y con la experiencia que tiene el Proyecto ya se sabe cuáles son las especies que funcionan y dónde funcionan. Es necesario hacer más estudios con especies pioneras como el balso, que tiene tasas de crecimiento altas y crece bien a alta exposición de luz ya que es una especie heliófita [que requieren sol directo para su desarrollo y son de rápido crecimiento], así como buscar otras especies con las mismas características”.

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