Primeros guardabosques de la Reserva Natural Cerro Matambo

El manejo integrado y sostenible del área de compensación ambiental de bosque seco tropical que se encuentra en proceso de restauración ecológica es prioridad para Enel Colombia y Fundación Natura. Las comunidades que hacen parte del área de amortiguación, son actores claves para avanzar en este propósito.

El área de restauración ecológica de Bosque Seco Tropical de El Quimbo, tiene una extensión de 11,079 ha, de las cuales 3598 han sido declaradas ante Parques Nacionales Naturales de Colombia como Reserva Natural de la Sociedad Civil Cerro Matambo.

Desde el segundo semestre de 2023, esta reserva cuenta con un equipo de guardabosques que apoyan el desarrollo de las estrategias de gestión de riesgos y juegan un papel fundamental para promover la protección y conservación del ecosistema y los recursos naturales que se encuentran en el área protegida y de compensación ambiental.

Los guardabosques son los ojos, oídos y voz de la reserva, para alertar sobre posibles amenazas y riesgos, ejercer control y seguimiento, escuchar las inquietudes de los visitantes y comunidad aledaña; así como para socializar de manera pedagógica las actividades que se adelantan en el proceso de restauración, la importancia y características del bosque seco tropical, las actividades permitidas y restringidas dentro de la reserva y, de esta manera, promover el sentido de apropiación de las comunidades del área de amortiguación e instituciones con esta zona y el reconocimiento de los servicios ecosistémicos.

Cuatro son los colaboradores que conforman el primer equipo de  guardabosques: Carlos Andrés Ditta Ávila, Carlos Hernán Orozco Gutiérrez, José Luis Borrero Manrique, Cristian Camilo Sierra Bravo, quienes se han formado en transcurso del proceso de restauración y tienen una amplia experiencia y conocimiento de la zona, gracias a que son oriundos de los municipios de Gigante y El Agrado  (Huila), que hacen parte del área de influencia directa de la reserva y, en su mayoría, desde hace cerca de 10 años están vinculados con Fundación Natura en el Proceso de restauración ecológica de Bosque Seco Tropical de El Quimbo, apoyando diferentes componentes como: la caracterización biofísica, propagación de especies nativas, zonificación, implementación, mantenimiento y monitoreo de estrategias de restauración.

En los primeros meses de ejecución de su nueva labor, estos colaboradores han iniciado con actividades de recorridos de reconocimiento de las condiciones de la zona, adecuación de senderos y miradores de observación, mantenimiento de equipos para la gestión de incendio y otros riesgos, control de cacería y tala de árboles e ingreso de ganado a la zona, jornadas de recolección de residuos, articulación con organismos de control y de socorro, acercamiento y actividades de sensibilización con visitantes y comunidades aledañas, para despertar conciencia ambiental y promover la vinculación de aliados de la conservación del área protegida.

Además, los guardabosques han tenido que activar las alertas ante los efectos del fenómeno del niño y los incendios forestales que amenazan la zona en proceso de restauración. Su formación y respuesta rápida han sido vitales para prevenir y controlar incendios, apoyados por los brigadistas de Fundación Natura y los organismos de socorro, protegiendo, no solo los bosques, sino también a las comunidades circundantes. En este sentido, su presencia y acción eficaz son un componente esencial de la gestión integral del riesgo de incendios forestales.

Son grandes los retos a los que se enfrentan estos cuatro jóvenes amantes de la naturaleza, interesados en el conocimiento de la biodiversidad del bosque seco tropical, ecosistema altamente degradado y fragmentado en Colombia; sin embargo, tienen una visión positiva de la zona en proceso de restauración, enfocada en cambios significativos y avances en la recuperación del ecosistema, proyectando a que toda la zona sea una “reserva de gran magnitud”.

Como lo resume Carlos Ditta: “junto a mis compañeros le apostamos a un cambio en lo natural y en lo social, la idea es que se recupere la zona, tanto la flora como la fauna, y se implemente un proyecto sostenible y equilibrado que tenga en cuenta las necesidades de las comunidades aledañas, y las personas asuman su responsabilidad en el cuidado de este territorio”.

En adelante, los guardabosques continuarán capacitándose y desempeñando un papel educativo valioso al proporcionar información sobre la importancia que tiene  el proceso de restauración ecológica, que con la declaración de 3598 ha de Reserva Natural de la Sociedad Civil Cerro Matambo, avanza hacia convertirse en el área protegida en bosque seco tropical de mayor extensión en la región Andina y en el país, con un entorno estratégico para hacer frente a los efectos del cambio climático y una amplia oferta de servicios ecosistémicos.

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