Tortugarios para la conservación y protección de las tortugas marinas en el Pacífico colombiano

El corregimiento El Valle, se encuentra ubicado en el municipio Bahía Solano (Chocó), uno de los lugares predilectos del país para hacer turismo de naturaleza, por sus paisajes cubiertos por manglares y playas; además de algunas actividades como el avistamiento de ballenas y liberación de tortuguillos. Esta última es una actividad que permite acompañar a las personas locales en el monitoreo de tortugas marinas para su desove o participar del momento de liberación de los tortuguillos, que para el caso de la zona son de las especies: tortuga caguama o golfina (Lepidochelys olivacea) y más ocasionalmente tortuga verde (Chelonia agassizii). 

Estas prácticas están enfocadas en la conservación de la especie, siendo también una opción económica para los pobladores. Sin embargo, un mal manejo en la recolección de huevos y la liberación de neonatos, así como el monitoreo e incluso las actividades que se hacen a lo largo de la playa, podrían afectar negativamente el proceso de reproducción natural de las especies.  

Por eso, CODECHOCÓ y Fundación Natura, con el apoyo del Consejo Comunitario El Cedro, llevaron a cabo un taller dictado por el experto en tortugas marinas Diego Amorocho del CIMAD (Centro de Investigación para el Manejo Ambiental y Desarrollo del Medio Ambiente), denominado “Capacitación técnica para el monitoreo de la actividad reproductiva de tortugas marinas, la debida relocalización de nidos y operación de criaderos protegidos de playa (tortugarios) en el Pacífico del departamento de Chocó”. 

Esta actividad, que se desarrolló durante cinco días en el corregimiento de El Valle, en septiembre de 2023 y tuvo como objetivo “realizar metódicamente el monitoreo de la actividad reproductiva de tortugas marinas en la playa de La Cuevita, mejorando las técnicas de reubicación ex situ de nidos e implementando buenas prácticas para el manejo y liberación de neonatos bajo criterios de aprovechamiento sostenible y conservación efectiva”, aseguró Amorocho. En este espacio participaron integrantes de la comunidad local que cuenta con tortugarios, funcionarios del Parque Nacional Natural Utría, el Consejo Comunitario El Cedro y Fundación Natura a través de la Reserva Biológica Estación Septiembre. 

Para iniciar, se realizó una sesión práctica durante la noche, donde los participantes aprendieron la forma adecuada de aproximarse a una tortuga anidante, se indicaron los datos que deben registrarse y cómo escribirlos en el formulario que se suministró, para llevar un control unificado. 

Durante el segundo día se realizó una sesión teórica sobre la biología, evolución y ecología de las tortugas marinas, se dieron a conocer las amenazas de origen humano que pueden presentarse y las diferentes especies de tortugas que se encuentran en el Pacífico colombiano. En la noche se llevó a cabo la segunda práctica de monitoreo de la actividad reproductiva.  

El tercer día estuvo acompañado de una presentación de diferentes tipos de tortugarios, las características y cualidades que deben tener para la relocalización de los huevos, el seguimiento y la liberación de crías. Se compartieron métodos y técnicas de medición de temperatura y humedad en playas y tortugarios, claves para la reproducción. 

Al cuarto día se dieron recomendaciones para tener en cuenta cuando llegan los turistas, y acompañan en los monitoreos de las tortugas y al momento de hacer la liberación de los tortuguillos en las playas. En el quinto día los participantes tuvieron una sesión práctica del rol que cumplen turistas y guías, en la cual simularon actitudes y situaciones que debían manejar para no afectar la reproducción de las especies.  

Para concluir los participantes recibieron los certificados y firmaron un acuerdo con compromisos y obligaciones, en el cual reiteran su interés por proteger y conservar a las tortugas que visitan las playas de El Valle e implementar buenas prácticas durante las actividades, así como invitar a los turistas a respetar las indicaciones e instrucciones de la comunidad. 

“Nuestra expectativa es que el taller ayude a realizar un manejo más adecuado de los tortugarios de la zona enfocados a la conservación; además, aportar como una alternativa económica a los locales, sin olvidar la protección de las tortugas, pues de no tener un buen manejo, las tortugas desaparecerán de estas playas, afectando sus poblaciones y a las personas que se benefician económicamente de estas actividades. Esperamos que la comunidad adopte las recomendaciones acordadas en el taller, que se realice seguimiento por parte de la autoridad ambiental y, desde Fundación Natura en compañía de Fundación Caguama, continuaremos con los monitoreos de estas actividades, brindando apoyo para que se realicen talleres y capacitaciones con la comunidad, relacionadas con la protección y manejo de las tortugas marinas”, afirmó Marcela Porras, Jefe de las reservas de Fundación Natura. 

De esta forma, Fundación Natura espera seguir apoyando las iniciativas que suman a los procesos de conservación de esta especie y al fortalecimiento de capacidades de la comunidad, ya que la Reserva Biológica Estación Septiembre se encuentra ubicada en la playa de anidación La Cuevita y desde que inició ha tenido como misión aportar a la conservación de tortugas marinas a través del trabajo articulado con instituciones, entidades y comunidades locales. 

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