Según cifras de la convención Ramsar, en el último siglo en el mundo han desaparecido más de 60% de humedales, esto sin duda ha generado la necesidad de establecer una prioridad sobre la conservación de estos ecosistemas, aún más, cuando estudios recientes demuestran la gran capacidad de estos para captar grandes cantidades de carbono, es por ello por lo que, Fundación Natura y Ecopetrol se unieron para llevar a cabo el Proyecto Carbono y Humedales, el cual traerá significativos aportes frente al balance de carbono en humedales del medio y bajo Magdalena.
Colombia es considerado uno de los 12 países megadiversos del mundo, con amplia variedad de ecosistemas representados en selvas húmedas tropicales, páramos, bosques andinos, bosques secos, sabanas, zonas áridas y humedales, estos últimos de gran importancia ecosistémica para el país y el mundo, gracias a los innumerables beneficios o «servicios ecosistémicos» que brindan a la humanidad, entre estos el suministro de agua dulce y alimentos, la conservación de la biodiversidad, la recarga de aguas subterráneas, la reducción de los daños causados por los desastres y la mitigación del cambio climático. Es por eso que Ecopetrol y Fundación Natura decidieron crear el proyecto Carbono y Humedales, con el fin de aunar esfuerzos para la conservación y restauración de ecosistemas tropicales de bosques a nivel nacional y de humedales de agua dulce en el Magdalena Medio y Bajo, así como a la formulación e implementación de acciones para la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero-GEI, generados por la transformación de estos ecosistemas.
Esta apuesta conjunta enlaza esfuerzos ya adelantados en el territorio, que permiten tener una continuidad de acciones anteriores y así generar un mayor impacto, respondiendo a las necesidades y prioridades de gestión en ecosistemas estratégicos del país y aportando insumos y metodologías novedosas en el camino hacia la sostenibilidad.
Es así como el componente uno del proyecto, busca generar cambios en la trayectoria de la degradación, a través de acciones de conservación de la biodiversidad, captura de carbono y las contribuciones de la naturaleza en ecosistemas de humedales continentales de agua dulce. Y en ese marco, el proyecto está desarrollando una metodología que cuantificará las emisiones y/o remociones de GEI que son generadas por las actividades que transforman los humedales e incluye indicadores de carbono y biodiversidad, para caracterizar procesos ecológicos asociados a las dinámicas hídricas y geomorfológicas de los humedales, con el fin de diseñar acciones adecuadas encaminadas hacia su conservación.
En la actualidad, el proyecto está realizando la línea base de esas actividades, en el complejo cenagoso de Zapatosa, para el diseño y posterior implementación de acciones que eviten esa degradación. Además, está realizando el protocolo para la estimación de contenidos de carbono y GEI en humedales del Magdalena Medio y Bajo, en donde se proponen métodos estandarizados para la medición y monitoreo de los contenidos de carbono almacenados en: biomasa, materia orgánica muerta, suelos, sedimentos y biodiversidad de humedales tropicales, para así realizar estimaciones sobre las tasas de emisión y absorción de GEI.
Claudia Andramunio-Acero, profesional que coordina la construcción e implementación del protocolo, explicó que, “se busca robustecer la contabilidad de carbono y GEI en humedales colombianos, como un aporte a los insumos nacionales de medición, reporte y verificación de las emisiones (…) este será un ejercicio de suma importancia para el país, pues permitirá contribuir en la generación de la línea base necesaria para incorporar los ecosistemas acuáticos, en la gestión frente al cambio climático”.
Algo novedoso que traerá la formulación de este protocolo, será la inclusión del componente de biodiversidad, con el cual se busca reconocer las dinámicas de los organismos acuáticos frente al comportamiento del carbono en el ecosistema, no desde la perspectiva de inventarios de biodiversidad sino desde el conocimiento de las relaciones de los seres que componen el ecosistema representados comunidades acuáticas claves para el intercambio energético y sostenimiento de la vida.
“Se espera que con la construcción del protocolo podamos aportar al conocimiento y tener una compresión más clara de cómo son las dinámicas del almacenamiento de carbono en los humedales continentales de agua dulce en el país, brindado herramientas que puedan ser replicadas en otros ecosistemas de este tipo en el país. Con esto podremos generar acciones articuladas que permitan reconocer el papel de los humedales como ecosistemas estratégicos en la gestión del cambio climático y contribuir con información clave para el sistema de inventario nacional de GEI, en favor de aportar a los compromisos de transparencia adquiridos por Colombia en el Acuerdo de París”, finalizó Michelle Hernández, coordinadora del componente
Los resultados esperados del desarrollo de la metodología y la formulación e implementación del protocolo, permitirá que las entidades gubernamentales, las autoridades ambientales, ONG y organizaciones sociales, puedan discutir y proponer acciones para remediar la ‘crisis climática’ desde la mitigación y la adaptación, garantizando los mecanismos de financiación requeridos para realizar una transición del país a carbono cero, esto se alinea de manera directa a los propuesto por el presidente de Colombia en el desarrollo de la 27ª Conferencia de las Partes (COP 27) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC).