Amazonía 2.0: en la distancia continuamos fortaleciendo capacidades

El correo físico, el encargo con el vecino, whatsapp y llamadas desde los filos de las montañas donde “coge la señal”, han sido algunos medios eficaces para sostener la comunicación entre todas las personas que hacen parte de Amazonía 2.0 en Colombia, durante los últimos siete meses.

Desde el inicio de las medidas adoptadas en Colombia para prevenir la propagación de la COVID-19, valiéndose de estrategias para mantener viva la iniciativa, el equipo técnico del proyecto Amazonía 2.0, ha diseñado una serie de talleres, para dar respuesta al interés sentido de las comunidades locales indígenas y campesinas por continuar aprendiendo, monitoreando y gestionando su territorio.

A pesar de la falta de conectividad que existe en la zona rural del municipio de Solano (Caquetá), donde se ejecuta el proyecto; en el núcleo campesino Mononguete y el Resguardo Indígena Inga de Niñeras, se han realizado tres talleres con una metodología nueva, en la cual el equipo trabaja desde la ciudad de Florencia en la generación de material pedagógico que, posteriormente, se envía al área de intervención bajo los protocolos de bioseguridad.

Las personas encargadas de coordinar el equipo de Promotores Ambientales, son los delegados para recoger el material y entregarlo al resto del grupo en las diferentes veredas y el Resguardo Inga de Niñeras. Los insumos son guías metodológicas impresas, material complementario y memorias usb, para quienes tienen posibilidad de acceso a computadores.

Aunque inicialmente las actividades fueron individuales y familiares, teniendo en cuenta las medidas de aislamiento decretadas por el Gobierno Nacional y local, en los últimos días los promotores han realizado acciones grupales manteniendo medidas de autocuidado.

De esta manera, ninguno ha dejado de monitorear el clima desde las micro estaciones instaladas en sus casas; ni Luis Asmed ni Helena, los promotores de la vereda La Carolina y Campo Bonito, han parado de monitorear con cámaras fotográficas la fauna de la región; ni Arbey, de la vereda El Rubí, ha suspendido los avances en la restauración de áreas críticas de la quebrada La Pedregosa, el afluente más importante para su comunidad.

Así mismo, los promotores ambientales del Resguardo Inga de Niñeras han continuado de manera decidida con el afianzamiento del tejido de confianza con los vecinos campesinos para llegar a acuerdos sobre el respeto de los límites territoriales y la conservación de las fuentes hídricas.

De manera colectiva, los doce promotores ambientales han liderado espacios comunitarios para la construcción participativa de la cartografía de sus localidades, con el fin de unificar los criterios y actualizar la información, para adelantar el Plan de Manejo Intercultural del Territorio, que se constituye como una de las principales apuestas de este proceso.

En el mismo sentido, han fortalecido el proceso de adecuación de las casas de monitoreo comunitario y de manera constante el equipo técnico de Amazonía 2.0 ha estado atento a cada requerimiento por parte de los promotores en campo, haciendo seguimiento a sus avances vía telefónica, cada vez que ellos y ellas logran tener acceso a conectividad móvil en puntos estratégicos de la zona.

De esta manera, Amazonía 2.0, las comunidades y los técnicos articulados en el proyecto han sorteado el aislamiento físico, buscando que este no se convierta en un distanciamiento social, potenciando la posibilidad de que las comunidades adelanten con autonomía sus procesos locales y en efecto, fortalezcan la gobernanza territorial en sus territorios, procurando el bienestar de todos y todas.

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