Monitoreo de mamíferos y aves terrestres de bosque seco tropical

Camila Arias, estudiante de Ecología de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, a través de su tesis de grado busca actualizar un registro de la composición de fauna vertebrada terrestre en el área objeto de restauración ecológica de Bosque Seco Tropical de El Quimbo.

A medida que pasa el tiempo, son más los investigadores interesados en realizar sus estudios en la zona en restauración ecológica de El Quimbo. Ese es el caso de Camila Arias, estudiante de Ecología de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, quien desde el mes de agosto de 2021 inició el trabajo de campo de su tesis: “Monitoreo de la aves y mamíferos terrestres en la zona 2 del Plan de restauración ecológica del ecosistema de Bosque Seco Tropical de la Central Hidroeléctrica del Quimbo, Huila, Colombia”.

Esta investigación tiene como objetivo actualizar un registro de la composición de fauna vertebrada terrestre en un área objeto de restauración en el Bosque Seco Tropical y, de manera específica, busca establecer patrones de actividad diaria de mamíferos y aves terrestres, en la medida que sea posible, y, a su vez, conocer la percepción con relación al cambio del territorio y fauna de mamíferos y aves terrestres en el área, antes y después de la construcción de la Central Hidroeléctrica.

Con el fin de avanzar en los objetivos trazados, la primera actividad consistió en seleccionar las áreas a monitorear de la zona 2 del plan de restauración, que corresponde a la vereda Pedernal del municipio de El Agrado, para luego realizar la instalación de las cámaras trampa.

Instalación de las cámaras trampa

La tesista, con el apoyo de auxiliares de campo locales vinculados al Proyecto de restauración, realizaron la instalación de un total de 13 cámaras trampa distribuidas en áreas implementadas durante la ejecución del Plan piloto de restauración ecológica, en áreas intervenidas en la etapa 1 de la fase II del plan de restauración, en áreas sin intervención, y otras cercanas a una fuente hídrica.

Las cámaras empleadas permiten hacer estudios de: poblaciones, comunidades, densidad, comportamiento, así como de presencia o ausencia de animales en cierta zona, siendo esto último para lo que principalmente están siendo utilizadas en este estudio.

Como lo dio a conocer Camila, “las cámaras instaladas están diseñadas para que cuando detecte algún tipo de movimiento o cambie la temperatura en su entorno cercano, tome fotos o videos, según la configuración que se elija, funcionan las 24 horas del día y permite configurar, la hora, fecha, coordenadas, el nombre de la cámara para poderla diferenciar en el muestreo”.

Los primeros hallazgos

Con base en los resultados de la primera toma de datos, se logró identificar la presencia de mamíferos como: Venado (Mazama americana), Zorro ulamat (Eira barbara), Liebre (Sylvilagus brasilensis), Chucha (Didelphis sp.), Puma yaguarundi (Herpailurus yagoaroundi), Agouti (Dasyprocta fuliginosa), Mapache (Procyon carnivorus cf.), Zorro perro (Cerdocyon thous), Lirone (Marmosa robinsoni).

De aves se han obtenido registros de: Dormilones (Caprimulgidae sp.), Chilacas (Aramides cajaneus), Garrapatero (Milvago chimachima), Rabiblancos (Leptotila verreauxi y Columbina talpacoti, Gavilan pollero (Rupornis magnirostris), Semillero (Turdus leucomelas), Guacharacas (Ortalis columbiana), Perdices (Colinus cristatus), Chamón (Crotophaga ani), Garza (Pilherodius pileatus).

Conjuntamente con la instalación de las cámaras trampa, la investigación incluye la realización de entrevistas semi-estrucuradas a sabedores locales que han podido observar directamente diferentes especies de fauna en la zona en restauración, los resultados de estas entrevistas, de acuerdo a lo informado por la tesista, “ha permitido identificar una percepción favorable de las personas frente al Proyecto de Restauración, ya que para los entrevistados ha aumentado la frecuencia de observación, especialmente, de mamíferos, reconocen que esto es un proceso a largo plazo, y que han podido ver el cambio y la transformación que esto ha traído para la fauna en esta zona”.

Teniendo en cuenta que el muestreo lleva poco tiempo, es posible empezar a observar únicamente algunos hábitos de especies registradas, por lo que es necesaria mayor cantidad de información para concluir patrones de comportamiento y actividad de las especies. Sin embargo, estos primeros hallazgos generan satisfacción para el equipo de trabajo vinculado con el proyecto de restauración y, de manera especial, en aquellos que conocieron la zona muchos años antes de la construcción de la Central Hidroeléctrica El Quimbo, al lograr identificar los beneficios que ofrece los procesos de restauración implementados en la recuperación de la fauna silvestre.

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