Publican guía para desarrollar estufas eficientes de leña en zonas rurales, con los criterios del Gold Standard

El documento simplifica el lenguaje para que una gobernación, una alcaldía o una corporación autónoma puedan avanzar en el desarrollo de un proyecto de estufas que cumpla las exigencias internacionales. Estos equipos de cocción reducen el uso de leña y con esto la deforestación en zonas rurales.

SEPTIEMBRE 15 DE 2016. A partir de ahora, cualquier entidad colombiana, oficial o privada, así como desarrolladores de proyectos, podrán avanzar en la instalación de estufas eficientes de leña para reducir la deforestación y, además, ejecutar esa iniciativa con la certificación Gold Standard, importante símbolo de excelencia en asuntos de compensación de CO2 y el más reputado en temas de energía.

Y lo harán por la existencia de la guía ‘Gold Standard para Metodologías de Estufas Mejoradas’, que explica en palabras sencillas cómo lograr la implementación de estos equipos de cocción, que reducen el impacto que las comunidades causan sobre los bosques.

La guía fue desarrollada por la Fundación Gold Standard, con el respaldo del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y con el apoyo de los profesionales de Fundación Natura Alexandra Ochoa, asesora de Cambio Climático, y Roberto León Gómez, subdirector de Desarrollo Local y Cambio Global.

«Este es un documento fácil de entender, redactado en un lenguaje sencillo, que busca que quien quiera implementar un proyecto de estufas eficientes de leña lo pueda lograr y pueda saber más claramente qué ruta seguir. Y no sólo para que se instalen las estufas, sino para que se cumplan con las exigencias del Gold Standard», explicó Roberto Gómez.

Existen metodologías para el desarrollo de proyectos con estufas, que son usualmente complejas y dirigidas a un público especializado, un obstáculo que precisamente la guía supera.  (Consulte la guía en este link: https://goo.gl/7RfZRT )

Se construyó además con base en las experiencias que ha tenido la implementación de estufas eficientes en todo el mundo, tanto en África y Asia, como en Centroamérica y Suramérica.

«Lo que quisimos fue proveer una herramienta más orientadora, para que la entidad que quiera desarrollar un proyecto de estufas pequeño o a gran escala sepa a qué se enfrentará y cómo lo debe enfrentar. La podrían usar desde gobernaciones, alcaldías, pasando por corporaciones autónomas», agregó Gómez.

Hay versiones en inglés y en español, con la intención de que pueda tenerse como referencia, eventualmente, en zonas del continente como la Guyana inglesa o en algunas islas del Caribe.

Cerca del 20% de colombianos usan leña para cocinar

Y es que hoy, garantizar el acceso a estufas limpias es un reto universal, porque los métodos de cocción tradicionales conducen a enormes costos humanos y ambientales, no sólo porque el humo causa problemas respiratorios, sino porque las comunidades se ven en la necesidad de talar bosques para conseguir leña y prender sus fogones.

Más de 3 mil millones de personas, lo que representa más del 60 por ciento de la población en los países en desarrollo y el 40 por ciento la población total del mundo, todavía dependen de combustibles sólidos o tradicionales como madera, residuos agrícolas y estiércol para cocinar, recursos que además utilizan fuegos abiertos o estufas clásicas. África subsahariana tiene el más alto nivel de dependencia de los combustibles sólidos a nivel mundial, seguido de Asia, América Latina y Europa del Este. En Latinoamérica, el 17 por ciento de la población usa estos elementos.

En Colombia, al menos 1,6 millones de hogares de zonas rurales utilizan la leña como principal combustible para cocinar. Esto representa entre el 15 y el 20 por ciento de la población del país. De ahí la necesidad de implementar estufas eficientes en muchos hogares, porque reducen el consumo de leña hasta en un 35 por ciento (cada hogar puede consumir hasta 6 toneladas por año) y de paso la deforestación.

Además, las estufas tienen chimeneas que disminuyen la emisión de materiales contaminantes. El humo también desaparece de las cocinas, con lo que se mitigan dolencias pulmonares y la calidad de vida mejora.

Hoy, Fundación Natura instala estufas en áreas rurales de Charalá, Coromoro, Encino, Gámbita, Onzaga, San Joaquín, Mogotes, San Andrés, Mogalavita, Macaravita, San José de Miranda, Málaga, Capitanejo y Enciso (Santander). También en Chinácota, Mutiscua, Pamplona, Pamplonita, Santo Domingo de Silos y Toledo (Norte de Santander), así como en Concepción, Marinilla, El Santuario, La Unión, San Vicente de Ferrer, Cocorná, El Peñol, Granada, La Ceja, Sonsón, Rionegro y Guarne en (Antioquia). Recientemente comenzó otro proceso similar en Uribia, Distracción y Riohacha (La Guajira).

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