Respuesta de los insectos polinizadores a la restauración ecológica en Bojacá

Las investigaciones, las tesis y los monitoreos que se han realizado en el área de compensaciones ambientales de la línea de transmisión eléctrica Nueva Esperanza en Cundinamarca, del convenio EPM – Fundación Natura, destacan el rol que tienen diferentes especies de fauna y flora en los procesos de restauración ecológica y su importancia en la dispersión de semillas por aves, la selección de especies sembradas para el rendimiento hídrico e incluso la respuesta de las comunidades de aves ante las acciones de restauración, por ejemplo.

Una investigación reciente se realizó en el municipio de Bojacá y tuvo como protagonistas a los insectos polinizadores, ya que la presencia o aumento de estos son un indicador positivo del incremento de especies de flora como resultado de la restauración ecológica y representa un avance en el restablecimiento de la polinización como servicio ecosistémico.

Para evaluar el efecto de estos insectos en términos de diversidad, composición e interacciones con plantas usadas en la restauración, Naydú Pineda González realizó su tesis de maestría en Restauración Ecológica de la Pontificia Universidad Javeriana, titulada “Polinización por abejorros del género Bombus (Hymenoptera apidae) y otras abejas corbiculadas en zonas de restauración del municipio de Bojacá (Cundinamarca)”.

«La restauración es un proceso que implica el cambio secuencial de factores como el número de especies, la composición y estructura de las comunidades. Este cambio suele estar determinado por la vegetación y está relacionado con la aparición y aumento de la biodiversidad, que frecuentemente es una respuesta a una mayor disponibilidad de recursos y de microhábitats. Los insectos polinizadores no son ajenos a esta respuesta pues se ha observado que la abundancia y diversidad de estos aumenta con el incremento de esta disponibilidad de recursos”, resalta Pineda.

Cabe mencionar que la polinización es esa transferencia de polen de una planta a otra, permitiendo la fecundación y producción de frutos y semillas; y en ella pueden intervenir animales como las abejas, los colibríes, las mariposas, entre otros.

Si bien son diferentes los insectos que se encuentran vinculados a la polinización, esta investigación se enfocó en abejorros del género Bombus (Hymenoptera apidae) y otras abejas corbiculadas, que son aquellas dotadas de una estructura en sus patas que les permite acumular y transportar el polen.

Así, el objetivo de la investigación fue estimar el efecto de la restauración activa por enriquecimiento sobre los patrones de visitas florales de abejas corbiculadas en términos de su diversidad, composición e interacciones con plantas en zonas de restauración y con ello, estimar cambios en los patrones de forrajeo de los individuos en comparación con bosques nativos de referencia, además de  identificar principales fuentes de polen y estimar la contribución de las especies vegetales de restauración.

El área de estudio se encuentra en la vereda Roble Hueco del municipio de Bojacá, en los predios conocidos como Peñas Blancas (2450 m s. n. m.) y Esmeralda (2200 m s. n. m.), donde el Convenio EPM – Fundación Natura realiza actividades de restauración por enriquecimiento respondiendo a tres escenarios principales: pastos limpios, bosques fragmentados y helecho marranero.

Para colectar los insectos se trazó una serie de transectos entre los arreglos florísticos, como núcleos, fajas y módulos, con especies de plantas según los diferentes estados de sucesión del bosque: la parte externa con especies comunes de estados tempranos de sucesión y hacia el interior del núcleo con árboles de bosques en estados de sucesión tardía. Los muestreos se realizaron de forma mensual a lo largo de los transectos, recopilando información de la observación directa de interacciones planta-insecto y la captura de algunos individuos para la extracción del polen.

“Se capturaron 118 individuos que se llevaron al laboratorio de entomología de la PUJ para su identificación taxonómica y la extracción del polen por centrifugación, obteniendo muestras para identificar las morfoespecies de polen mediante microscopía. Se logró identificar hasta 36 morfoespecies de polen y se realizó el conteo de los granos por cada individuo. Con dicha información se efectuaron análisis posteriores como la estimación de la diversidad de abejas, un análisis de redes de interacción ecológicas y un análisis de componentes principales para identificar correlaciones entre especies”, asegura Naydú.

Durante el proceso se identificó una mayor diversidad de plantas en el predio Esmeralda (36 especies), debido a la presencia de especies pioneras que ejercen un rol de facilitación, es decir atraen insectos y sostienen sus poblaciones durante el crecimiento de las plantas que se encuentran en los núcleos. Por su parte, el predio Peñas Blancas fue menos diverso con 29 especies de plantas observadas.

La investigadora también resalta que “los arreglos que incluyen especies como Chromolaena sp., Solanaceae sp. y Ageratina ampla, altamente atractivas parta los insectos y, por ende, relevantes para la selección de especies, ya que se encuentran distribuidas a lo largo del territorio, ofrecen una alta oferta floral y florecen de forma constante, por lo que constituyen un refugio para las abejas durante las etapas de baja floración”.

La conclusión es que los análisis de redes de interacción ecológica son una herramienta clave para el monitoreo de acciones de restauración, pues describen la respuesta de los polinizadores ante dichas acciones y permiten reconocer roles funcionales de las especies, también complementan la diversidad de plantas y estiman la robustez, resiliencia y estabilidad de las comunidades. Por ejemplo, se estableció que las solanáceas, melastomatáceas y asteráceas resultan ser una fuente de polen y néctar importante para polinizadores.

Además, la investigación evidenció la necesidad de incluir la observación y análisis de interacciones planta e insecto tanto en los objetivos de restauración, como en el monitoreo para la toma de decisiones y la realización de estos estudios a mayor escala y con otras especies.

A través de estos espacios de investigación que abre constantemente el Convenio EPM – Fundación Natura no solo se fortalece la implementación de dichas compensaciones, sino también se comparten resultados con otros procesos y zonas del país, se llenan vacíos de conocimiento en temas claves para la restauración de los ecosistemas, y se conocen las respuestas positivas de especies, como los polinizadores, ante los procesos ejecutados.

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